Reportaje:

Mañana de sexo

Un centro malagueño forma a docentes y jóvenes para prevenir embarazos y enfermedades

Cuando la charla comienza todos los chavales están cortadísimos. Ante las preguntas que la monitora les suelta para saber cuáles son sus conocimientos sobre sexo, apenas dejan escapar monosílabos pronunciados en voz tan baja que casi ni se oyen. A fuerza de interrogantes, Maribel Gómez logra que le cuenten que en el instituto les dan poca información sexual y que en su casa, menos. La charla es con adolescentes de entre 15 y 16 años. Si las estadísticas se cumplen, la mitad ya debe haber comenzado a tener relaciones. Sin embargo, la mayoría demuestra bastante desconocimiento, un fallo que pued...

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Cuando la charla comienza todos los chavales están cortadísimos. Ante las preguntas que la monitora les suelta para saber cuáles son sus conocimientos sobre sexo, apenas dejan escapar monosílabos pronunciados en voz tan baja que casi ni se oyen. A fuerza de interrogantes, Maribel Gómez logra que le cuenten que en el instituto les dan poca información sexual y que en su casa, menos. La charla es con adolescentes de entre 15 y 16 años. Si las estadísticas se cumplen, la mitad ya debe haber comenzado a tener relaciones. Sin embargo, la mayoría demuestra bastante desconocimiento, un fallo que puede costarles un embarazo no deseado o el contagio de una enfermedad de transmisión sexual.

Para eso está Maribel, enfermera del Centro de Orientación Sexual para Jóvenes de Málaga. Para sacarles dudas, enseñarles cómo poner un condón, a dónde acudir si se rompe el preservativo o simplemente animarles a que hablen del tema con sus padres.

'Mi madre, si le digo que tengo relaciones, me da un guantazo que me da vuelta la cabeza', exagera un chaval. A lo largo de la charla queda claro que, por miedo o por vergüenza, pocos hablan de sexo con sus padres.

Maribel les lanza más preguntas. 'A qué edad se empieza? ¿Cuándo se termina'. Los chicos estiman: 'Entre los 15 y los 65'. La monitora corrige. Esos años se refieren a la reproducción, pero la sexualidad está presente 'desde que nacemos hasta que morimos'. Los jóvenes, que pertenecen al instituto Vicente Espinel, se van animando. José se atreve a dibujar en la pizarra los órganos genitales internos de la mujer. Pero en vez de trazar las trompas de Falopio y triángulo invertido del útero, hace una vulva, vello púbico incluido, en torno a un deforme cuerpo femenino. Las risas acaban de romper el hielo.

Entonces Maribel aprovecha que la charla se pone distendida y saca condones, píldoras, diafragmas y un DIU. Richard se ofrece como voluntario para colocar un preservativo sobre un pene de madera. Lo pone al revés, así que no baja. Nadie le corrige. Entonces la monitora explica los trucos para que no haya ningún fallo. Los chavales se ríen, largan lo primero que se les ocurre y aprenden.

El DIU pasa de mano en mano. '¿Y eso se queda dentro?', pregunta asombrada una jovencita. La monitora les explica que 'eso' lo quita y lo pone el ginecólogo y que dura unos cinco años. 'Yo no me meto eso', contesta al momento la chica.

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Miguel Alcoba, responsable del departamento de actividades extraescolares del instituto, aclara que con esta charla pretenden no sólo acercar información sexual a los jóvenes, sino que conozcan los recursos sanitarios a su alcance. Por eso, la actividad concluye con un listado de direcciones donde en el futuro podrán evacuar más dudas o ser atendidos ante una urgencia. Ha sido una intensa mañana de sexo.

Maribel enseña a uno de los jóvenes a colocar un condón.JULIÁN ROJAS.

Información para vencer tabúes

El temor y la vergüenza de los jóvenes a hablar de sexo con sus padres provoca que la mayor parte de la información de que disponen proceda del boca a boca con sus propios compañeros. Y, según los expertos, generalmente esos comentarios más que informar, desinforman. El Centro de Orientación Sexual para Jóvenes (COSJ) -un organismo que depende de las delegaciones de Salud y Educación- pretende justamente que la información que le llegue a los adolescentes sea correcta para que conozcan y disfruten de su sexualidad sin riesgos. El COSJ nació hace 11 años precisamente después de conocerse un estudio que alertaba sobre el alto índice de embarazos no deseados. Un puñado de profesionales planteó entonces la necesidad de crear un centro que no sólo diera información a los adolescentes, sino que también preparara a formadores sanitarios y docentes a fin de capacitarlos para hablar de sexualidad con los jóvenes. La experiencia -que fue pionera en Andalucía- cobra ahora más importancia dado que la LOGSE establece que el sistema educativo debe abordar la sexualidad incluso desde el nivel infantil. 'Eso dice la LOGSE, pero en realidad hay muchos profesores que no tocan esos contenidos porque tienen miedo a las protestas de los padres, algo que no es real. El resultado es que la mayor información de la que disponen los jóvenes procede de sus amigos, que son los peores informadores. Por eso los errores, los miedos y los prejuicios persisten todavía. Y los mitos sobre esta cuestión hacen que los adolescentes no tengan una conducta sexual adecuada y asuman riesgos', despacha casi sin respiro Marisa González, psicóloga del COSJ. El centro no sólo da información. También la sistematiza. Así, sus estadísticas revelan que el 50% de los jóvenes inicia sus relaciones entre los 14 y los 17 años, que el 37% lo hace de los 18 a los 20, un 10% entre los 21 y los 25 y un 1% después de los 25. Sólo el 2% empieza antes de los 14. El COSJ también organiza talleres de sexo seguro para evitar enfermedades y asesora a los médicos que participan en los centros de salud en el programa Tarde Joven, otra herramienta para acercar información sexual a los adolescentes.

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