Patriotismo y poco riesgo en el reparto de los Premios Emmy

'El ala oeste de la Casa Blanca' y 'Sexo en Nueva York', en cabeza

Aunque no se puede conceder un premio a gusto de todos, los Emmy siempre superan su histórica falta de imaginación y su gusto por las apuestas sin riesgo. Sólo el premio a Sexo en Nueva York como mejor comedia se salió del guión previsible; los jurados dieron de nuevo la espalda a la serie Los Soprano en favor de El ala oeste de la Casa Blanca, en una demostración de que cuando toca ser patrióticos la televisión no tiene límites. Los Soprano sólo logró cuatro de los 22 premios a los que optaba.

Dado que la entrega de los Emmy se había aplazado en dos ...

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Aunque no se puede conceder un premio a gusto de todos, los Emmy siempre superan su histórica falta de imaginación y su gusto por las apuestas sin riesgo. Sólo el premio a Sexo en Nueva York como mejor comedia se salió del guión previsible; los jurados dieron de nuevo la espalda a la serie Los Soprano en favor de El ala oeste de la Casa Blanca, en una demostración de que cuando toca ser patrióticos la televisión no tiene límites. Los Soprano sólo logró cuatro de los 22 premios a los que optaba.

Dado que la entrega de los Emmy se había aplazado en dos ocasiones (por los atentados y por el comienzo de la operación militar contra Afganistán), la gala fue más discreta en su esplendor: no hubo alfombra roja y se mantuvo una contención en las joyas y el tamaño de los tacones y los escotes. Llamaban más la atención las ausencias que las presencias, no sólo por el gran número de premiados que no acudieron, sino también por una imagen inédita en estos espectáculos: asientos vacíos. La presentadora, Ellen Degeneres, demostró ser mejor anfitriona que actriz y el momento más brillante de la noche fue uno de sus chistes: 'Puestos a ser patrióticos', dijo, 'qué puede fastidiar más a los talibanes que una lesbiana vestida con traje de hombre rodeada de judíos' (todos los directivos de la industria del entretenimiento).

Desde el principio estaba claro que El ala oeste de la Casa Blanca (que TVE estrenará en enero de 2002) sumaba a su calidad indudable un elemento patriótico que le iba a permitir barrer en la entrega de premios. Se llevó ocho, y fue la serie más galardonada de la noche. No son buenos tiempos para Los Soprano, una producción excepcional (que emite en España Canal +), pero demasiado desgarrada para los miembros de la Academia y para los tiempos que corren. Cuando se entregó el Emmy al mejor guión, las cinco candidaturas se repartían entre cuatro para episodios de Los Soprano y uno de El ala oeste; daba la impresión de que hasta ese galardón iba a perder la familia mafiosa. Pero se lo llevó, y también los premios a mejor actor y actriz de serie dramática (James Gandolfini y Edie Falco). Cualquier otra opción habría sido un robo y un insulto.

En comedia, el premio principal fue para Sexo en Nueva York, de la HBO (estrenada en España por Canal +). Es especialmente significativo que una de las pocas series de comedia de una cadena de pago le quite el premio a las casi 40 que pueblan la programación de las cadenas convencionales. HBO fue, de nuevo, la cadena más premiada junto con la NBC: 16 galardones cada una.

Will y Grace y Todo el mundo quiere a Raymond también recibieron premios. Esta serie (emitida por Antena 3) está producida por el showman David Letterman, quien se llevó el Emmy al mejor espacio de comedia y entrevistas. Igual que 10 de los 27 premiados (entre ellos Sarah Jessica Parker, protagonista de Sexo en Nueva York), Letterman no voló a Los Ángeles, a pesar de que el despliegue de policías y el cierre del espacio aéreo inmediato convertían al Schubert Theatre en uno de los lugares más seguros del planeta.

>El equipo de Sexo en Nueva York (a excepción de su protagonista) celebra el premio a la serie.EPA

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