Un estudio de la NASA prevé en 2002 escasas precipitaciones y un alto riesgo de incendios

El informe anual de la agencia estadounidense dice que apenas lloverá entre junio y noviembre

La agencia espacial estadounidense, la NASA (National Aeronautics and Space Administration), realiza anualmente un estudio sobre las condiciones metereológicas que se prevén en los 12 meses siguientes. Para el año 2002, la agencia prevé escasas lluvias en el litoral mediterráneo y un ligero aumento de las temperaturas. Según la NASA, no habrá precipitaciones significativas entre junio y noviembre, por lo que el verano será muy seco y aumentará el riesgo de incendios. Las organizaciones agrarias piden al Consell que incremente la protección contra el fuego.

Un informe sobre predicciones...

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La agencia espacial estadounidense, la NASA (National Aeronautics and Space Administration), realiza anualmente un estudio sobre las condiciones metereológicas que se prevén en los 12 meses siguientes. Para el año 2002, la agencia prevé escasas lluvias en el litoral mediterráneo y un ligero aumento de las temperaturas. Según la NASA, no habrá precipitaciones significativas entre junio y noviembre, por lo que el verano será muy seco y aumentará el riesgo de incendios. Las organizaciones agrarias piden al Consell que incremente la protección contra el fuego.

Un informe sobre predicciones meteorológicas elaborado por la agencia espacial estadounidense, la NASA, revela una sensible disminución de precipitaciones durante todo el próximo año en el litoral mediterráneo desde Cádiz hasta el sureste francés y un ligero incremento de las temperaturas. El documento, elaborado anualmente y al que dan crédito las principales organizaciones agrarias y los sindicatos de riegos de la Comunidad Valenciana, por su exiguo margen de error en pasados ejercicios, prevé lluvias más escasas la primavera que viene, y ausencia de precipitaciones significativas desde mediados de junio hasta las primeras semanas de noviembre.

Según este informe de la agencia norteamericana, los chubascos de primavera se producirán sobre todo durante el mes de marzo, y en menor medida, durante la primera mitad de abril. Esta circunstancia, a juicio del expediente, provocará un crecimiento excesivo del matorral y de las hierbas en los bosques de la Comunidad, que se marchitará a principios del verano por la falta de aporte hídrico y supondrá un riesgo de incendio evidente para las grandes masas de arbolado, que tendrán que soportar un estío tremendamente seco y amenazador por la variable añadida de las elevadas temperaturas.

El secretario técnico de la organización agraria Fepac-Asaja, Doménech Nácher, otorga 'gran credibilidad' al documento de la NASA y considera 'preocupantes' los datos y las conclusiones del mismo. Nácher pide a la Consejería de Medio Ambiente que 'incremente la protección y la prevención en los bosques, limpiando con la suficiente antelación el sotobosque en las áreas de arbolado' para 'eliminar en la medida de lo posible el peligro potencial y las posibilidades de incendio'. El secretario técnico de Fepac-Asaja aconseja además a la consejería que 'controle y preserve las zonas agrícolas limítrofes con las áreas frondosas', que también pueden 'verse seriamente afectadas por el fuego'.

A la vista del documento, llama la atención también el retraso de las habituales lluvias otoñales hasta las primeras semanas de noviembre. Para el portavoz del grupo ecologista GECEN, Francisco González, de cumplirse las previsiones, corroborarían las 'sospechas de numerosos científicos y colectivos conservacionistas en el panorama internacional sobre la persistencia, con cada vez mayor frecuencia y periodo, de los ciclos secos en el clima mediterráneo'.

Por su parte, desde el Sindicato de Riegos de Castellón, su presidente, José Pascual, asegura que ya están 'tomando medidas' para garantizar el riego de los cultivos el próximo año. Según Pascual, sólo con la reciente instalación a goteo, el término de Castellón 'va a conseguir un ahorro de 4.500 a 5.000 metros cúbicos de agua por hanegada y año', que unida 'a la que hay embalsada y a la contenida en los pozos, posiblemente garantizará el riego para el próximo año'. No obstante, José Pascual ve el futuro con 'preocupación' y asegura que existe 'intranquilidad' entre los agricultores al saber que el próximo año será, cuanto menos, 'un poco más seco que el anterior, aunque probablemente, menos que el siguiente'.

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