Crónica:Liga de Campeones | FÚTBOL

Al Barça le vale el empate

Los azulgrana alcanzarán la segunda fase si hoy no salen derrotados de Lyón

Basta un punto. Nunca lo ha tenido mejor el Barça. Los azulgrana se juegan hoy (20.45, Canal +; 22.00, La 2) en Lyón, una ciudad a medio camino entre Barcelona y París, sacudirse de esa especie de fatalidad de los últimos tiempos y alcanzar, a las primeras de cambio, el pase la segunda fase de la Liga de Campeones.

El pasaporte, que se les ha negado con obstinación en tres de los últimos cuatro años, supondría un alivio para el club en todos sus ámbitos: para la junta de Gaspart y su ajustada economía; para refrendar el proyecto deportivo de Rexach y para aumentar la autoestima de la af...

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Basta un punto. Nunca lo ha tenido mejor el Barça. Los azulgrana se juegan hoy (20.45, Canal +; 22.00, La 2) en Lyón, una ciudad a medio camino entre Barcelona y París, sacudirse de esa especie de fatalidad de los últimos tiempos y alcanzar, a las primeras de cambio, el pase la segunda fase de la Liga de Campeones.

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El pasaporte, que se les ha negado con obstinación en tres de los últimos cuatro años, supondría un alivio para el club en todos sus ámbitos: para la junta de Gaspart y su ajustada economía; para refrendar el proyecto deportivo de Rexach y para aumentar la autoestima de la afición, harta ya de escuchar tantas veces la fanfarria de la Champions por televisión. El Barça no ha llevado bien haber sido expulsado con tanta asiduidad de entre los grandes de Europa y su clasificación le permitiría encarar el curso hasta la primavera con una paz desconocida. La moneda tiene su reverso: una derrota y si es por más de dos goles -el Olympique de Lyón superaría al Barça en el coeficiente de goles- alimentaría los viejos fantasmas de siempre.

Pero el Barça tampoco embauca a nadie. Le cuesta un mundo ganar un partido. La Liga, en la que sólo ha sumado dos puntos en los tres últimos partidos, le ha retratado: derrota primero ante el Deportivo y dos empates con el Valencia, en el Camp Nou, y en Málaga. Pese a todo, los azulgrana están donde estaban hace un año: 16 puntos y a cuatro del líder. Europa ha sido diferente: el Barça, destilando rabia para cambiar el destino, derrotó en los últimos doce minutos al Lyón (2-0) y amarró el 2-1 ante el Bayer, casi columpiándose del travesaño. Ahora, gracias a su diferencia de goles, es líder del grupo, empatado a nueve puntos con los alemanes. Descolgado el Fenerbhace, el equipo francés es el único que amenaza la clasificación, puesto que suma seis puntos.

La trayectoria azulgrana está llena de sombras y vive por ahora de la ilusión europea y de las complicidades que despierta Rexach, un técnico con mano izquierda y que explota su condición de hombre de la casa, con guiños a unos y otros, como nadie. Otra cosa también ayuda: que el Madrid, como dijo Gerard, esté por debajo en la Liga: 'Eso demuestra que ningún equipo lo tiene fácil. Al principio de curso lo que cuentan son los resultados. La mejoría llegará por sí sola. Y nos hace mucha ilusión conseguir la clasificación'. El defensa Christanval, el único francés del equipo, advirtió que el rival de hoy es un equipo muy sólido y con muy buenos delanteros. Govou y Luyindula, dos puntas tan rápidos como atléticos, dejaron en el Camp Nou prueba de ello. 'Creo que estamos físicamente bien para frenarlos', advirtió el zaguero, 'pero no podemos fiarnos ni un momento y, desde luego, no salir a buscar el empate'.

Quizá ahí está la clave. El Barça puede tener ahora un talante más defensivo que tiempo atrás pero las cosas tampoco cambian fácilmente. No es un equipo que se maneje bien en función del marcador y sus apuestas más conservadores suelen pasarle factura. La incógnita es si Rexach alineará al tridente (Rivaldo, Saviola y Kluivert), tan estéril en Málaga, o dará entrada a Geovanni, para abrir el campo. El Lyón, que tiene la baja del ex azulgrana Sony Anderson, no pasa tampoco un buen momento: es tercero en la Liga, a tres puntos del líder, el Lens, y Europa pende de un hilo. El estadio del Gerland, con capacidad para 42.000 espectadores se llenará esta noche. La afición de esta ciudad reina de la gastronomía no renuncia a que el fútbol algún día se acerque a las delicatesens de su cocina. De entrada, el cielo ayer les envío una premonición: la cumbre nevada del Montblanc, a 350 kilómetros, se veía limpiamente en el horizonte. Un regalo para la vista que sólo ocurre cuatro o cinco veces al año.

Olímpico de Lyón: Coupet; Chanelet, Edmilson, Muller, Brechet; Foé, Violeau, Juninho, Carrière; Luyindula y Govou.

Barcelona: Bonano; Puyol, Christanval, De Boer, Coco; Luis Enrique, Xavi, Cocu; Geovanni, Kluivert y Rivaldo.

Bonano saluda al meta francés Coupé, del Lyón, tras el partido en el Camp Nou.VICENS GIMÉNEZ

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