Un preso huye tras ser tiroteados dos 'mossos' en un hospital de Lleida

El recluso se autolesionó para salir de la cárcel

Dos agentes de los Mossos d'Esquadra de Lleida resultaron ayer heridos de bala, uno de ellos muy grave, al ser tiroteados en un hospital de esta ciudad adonde habían trasladado a un preso muy peligroso que se había autolesionado para ejecutar un plan de fuga. Cuando los agentes salían del hospital para volver a la cárcel, un cómplice del preso que se hizo pasar por enfermo disparó por la espalda a los dos agentes, sin que pudieran repeler la agresión.

El incidente se produjo a primera hora de la tarde de ayer en las puertas del servicio de urgencias del hospital Arnau de Vilanova de Lle...

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Dos agentes de los Mossos d'Esquadra de Lleida resultaron ayer heridos de bala, uno de ellos muy grave, al ser tiroteados en un hospital de esta ciudad adonde habían trasladado a un preso muy peligroso que se había autolesionado para ejecutar un plan de fuga. Cuando los agentes salían del hospital para volver a la cárcel, un cómplice del preso que se hizo pasar por enfermo disparó por la espalda a los dos agentes, sin que pudieran repeler la agresión.

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El incidente se produjo a primera hora de la tarde de ayer en las puertas del servicio de urgencias del hospital Arnau de Vilanova de Lleida. Sobre las 11.00 horas, una dotación de la policía autonómica formada por Xavier M. B. y Eduard C. G. fue requerida para realizar el traslado urgente al hospital del preso de la cárcel de Ponent Manuel Brito Navarro, de 35 años y vecino de Barcelona, porque se había lesionado al tirarse por las escaleras. Una vez tratada la fisura que el recluso tenía en un brazo y cuando los agentes se disponían a introducirlo en el vehículo policial para devolverle a la prisión, un individuo que llevaba más de dos horas sentado en un banco esperando la salida del preso se acercó y desde un metro de distancia abrió fuego contra los mossos, posiblemente con un revólver, y causó heridas de gravedad a ambos.

A continuación, el autor de los disparos y el preso se apoderaron de las armas de los agentes y huyeron en un coche robado el sábado en la localidad barcelonesa de Terrassa. Fuentes policiales explicaron que el autor de los disparos llevaba puesto un collarín y un brazo vendado para simular ser un enfermo y no levantar sospechas.

Tras los disparos, los agentes fueron atendidos inmediatamente en el servicio de urgencias del hospital. El parte médico facilitado a media tarde indicaba que Xavier M. B. presentaba un orificio de entrada en la región torácica dorsal y otro de salida en la zona del hemitórax anterior derecho. El proyectil le perforó el pulmón y algunas vértebras, por lo que tras ser intervenido quirúrgicamente quedó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos con pronóstico muy grave. El otro herido, Eduard C. G., recibió un balazo en la zona lumbar, que le produjo una fractura del disco intervertebral, y la bala quedó alojada en el cuerpo. Su estado también es grave.

El consejero de Interior, Xavier Pomés, y el director general de Seguridad Ciudadana, Xavier Martorell, se desplazaron a Lleida para interesarse por el estado de los dos agentes. Martorell afirmó que la huida del preso, que cumplía una condena de 30 años de cárcel por dos homicidios, estaba perfectamente preparada. Brito, que no iba esposado en el momento de producirse el tiroteo, ingresó en prisión en 1998 y habría cumplido la condena en junio de 2026. La policía autonómica desconoce la identidad del delincuente que le ayudó a escapar.

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Martorell destacó que los dos agentes están vivos gracias a la rapidez con la que fueron atendidos por los médicos del servicio de urgencias del hospital, principalmente Xavier M. B., que perdió más de dos litros de sangre en menos de un minuto. Igualmente aseguró que este incidente obligará a revisar el sistema de custodia de presos cuando son trasladados a los centros hospitalarios, aunque reconoció que resulta difícil garantizar la seguridad total.

Tras el tiroteo, las fuerzas de orden público establecieron controles en todas las carreteras de salida de la ciudad de Lleida. Una patrulla de los Mossos de Tráfico interceptó el coche en el que huían los delincuentes, pero no pudieron detenerles porque también fueron encañonados. El vehículo apareció abandonado más tarde en el barrio de La Bordeta y los dos fugitivos fueron vistos momentos después cerca de la estación de Renfe, cuando se disponían a alquilar otro coche para proseguir la huida.

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