Dos falsos guardias civiles raptan y apalean al dueño de un 'pub' de Torrejón de Ardoz
Antonio F. P., de 41 años, y Javier F. R., de 23, han sido detenidos por agentes de la comisaría de Torrejón de Ardoz acusados de hacerse pasar por guardias civiles para raptar y robar a los dueños de un pub de la localidad. Los arrestados actuaron con otros dos compinches, que todavía no han sido detenidos, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía.
Los hechos se remontan al pasado 7 de septiembre, cuando los cuatro individuos irrumpieron en el local alrededor de la una y media de la madrugada tras golpear la puerta de entrada, que se encontraba cerrada. Dos de ellos em...
Antonio F. P., de 41 años, y Javier F. R., de 23, han sido detenidos por agentes de la comisaría de Torrejón de Ardoz acusados de hacerse pasar por guardias civiles para raptar y robar a los dueños de un pub de la localidad. Los arrestados actuaron con otros dos compinches, que todavía no han sido detenidos, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía.
Los hechos se remontan al pasado 7 de septiembre, cuando los cuatro individuos irrumpieron en el local alrededor de la una y media de la madrugada tras golpear la puerta de entrada, que se encontraba cerrada. Dos de ellos empuñaban sendas armas de fuego y los otros dos las llevaban en la cintura. De palabra se identificaron como guardias civiles. Tras registrar el local en busca de droga y apropiarse de la recaudación (75.000 pesetas) y las joyas de la mujer, esposaron al dueño del establecimiento y le llevaron en el coche de éste a un chalé de un familiar suyo. La propietaria también fue metida en su vehículo y conducida al mismo lugar.
El marido, que todavía se encontraba esposado, recibió una brutal paliza, según la policía: patadas en la cara y puñetazos en el costado, la nuca y la espalda. En todo momento le exigieron la droga que, supuestamente, tenía escondida en la vivienda.
Cuando la víctima pidió la orden de registro a los presuntos guardias civiles, éstos respondieron con más golpes. Incluso le pusieron el cañón de una pistola en la sien. Tras buscar en vano la droga, le exigieron la combinación de la caja fuerte, de la que sustrajeron 500.000 pesetas.
Los agresores llevaron a su víctima a la piscina y, puesto de rodillas, le sumergieron varias veces la cabeza en el agua. Finalmente lo sujetaron por los pies y lo metieron de bruces hasta que el agua le llegó a las rodillas. Repitieron esta operación tres veces. Al comprobar que no conseguían nada, lo maniataron a una cama junto a su mujer. Al rato, la pareja comprobó que los ladrones se habían marchado, por lo que huyeron campo a través hasta una obra en construcción.
El hombre vio a los dos detenidos una semana más tarde en un centro comercial de la localidad. La policía cruzó un coche patrulla delante del todoterreno en el que viajaban y logró capturar a los dos supuestos autores del secuestro.