Crítica:

Doble provocación

Son imágenes provocadoras y ésta era su intención. La pareja artística integrada por Jordi Dalmau y Lydia Gorritz intentaba volver a poner sobre la mesa el debate, cada vez más difícil, sobre la oportunidad o no de continuar las obras del templo de la Sagrada Familia de Barcelona, la gran obra inacabada de Antoni Gaudí que en la última década han avanzado de forma espectacular. Las fotografías manipuladas digitalmente de Dalmau-Gorritz muestran la demolición selectiva de los añadidos nuevos del templo, tanto en el interior como en el exterior, en una espectacular ficción que tuvo la mala fortu...

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Son imágenes provocadoras y ésta era su intención. La pareja artística integrada por Jordi Dalmau y Lydia Gorritz intentaba volver a poner sobre la mesa el debate, cada vez más difícil, sobre la oportunidad o no de continuar las obras del templo de la Sagrada Familia de Barcelona, la gran obra inacabada de Antoni Gaudí que en la última década han avanzado de forma espectacular. Las fotografías manipuladas digitalmente de Dalmau-Gorritz muestran la demolición selectiva de los añadidos nuevos del templo, tanto en el interior como en el exterior, en una espectacular ficción que tuvo la mala fortuna de presentarse dos días después del atentado del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York. Es esta última una imagen que permanecerá largo tiempo en la retina de millones de personas y es inevitable que se superponga a cualquier otra de características similares por lo que, sin quererlo, el efecto provocador de las fotografías de Dalmau-Gorritz acabó volviéndose en su contra. El problema es que lo que habría podido ser una especie de 'catarsis' virtual para aquellos, antaño numerosísimos, partidarios de que no se continuaran las obras ha podido ser leída por algunos como una broma de dudoso gusto. Son circunstancias, sin embargo, que no desmerecen el trabajo de Dalmau-Gorritz, centrado desde hace años en el análisis humorístico-crítico del mundo del arte. En las fotografías, realizadas a lo largo del último año, aparecen explosiones en el exterior e interior del templo que afectan a las partes nuevas, cuyo derrumbe se simula entre la humareda provocada por la incruenta detonación. La manipulación no es perfecta porque en ningún momento han querido rehuir el carácter de ficción de la historia y junto a ellas se ofrece también la simulación en fibra de vidrio de los restos 'arqueológicos' surgidos tras la destrucción. Hay que decir, sin embargo, que la imagen más interesante conceptualmente es aquélla en la que aparece el templo como se vería ahora si realmente se demolieran los añadidos posteriores a la muerte de Gaudí. Es una imagen aún cercana en el recuerdo que ayuda a visualizar la rapidez y ambición de las actuales obras.

BEGIN THE BEGUINE

Dalmau-Gorritz Fotografía. Galería Camilla Hamm. Rec, 28. Barcelona Hasta el 6 de noviembre

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