CARTAS AL DIRECTOR

Si se va la ONU

Quisiera responder al artículo del don Guillermo Fesser Váyase, señora ONU, que apareció en su edición del sábado 22 de septiembre. Habla el autor ordenando a la Organización de las Naciones Unidas que se vaya. Primero, me gustaría hacer referencia a las palabras del secretario general, Kofi Annan, en su artículo publicado en la misma edición del periódico, en el cual, al pedir que nos uniéramos contra el terrorismo, invitaba a todos los miembros de la Organización a continuar luchando contra los males de nuestro tiempo: conflictos, ingnorancia, pobreza y enfermedad. Y lo menciona porqu...

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Quisiera responder al artículo del don Guillermo Fesser Váyase, señora ONU, que apareció en su edición del sábado 22 de septiembre. Habla el autor ordenando a la Organización de las Naciones Unidas que se vaya. Primero, me gustaría hacer referencia a las palabras del secretario general, Kofi Annan, en su artículo publicado en la misma edición del periódico, en el cual, al pedir que nos uniéramos contra el terrorismo, invitaba a todos los miembros de la Organización a continuar luchando contra los males de nuestro tiempo: conflictos, ingnorancia, pobreza y enfermedad. Y lo menciona porque la Organización de las Naciones Unidas es el marco idóneo para tratar precisamente las amenazas a la paz y seguridad mundiales y sus causas. Ninguna organización regional puede abarcar todo el horizonte que esto implica.

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En las mismas páginas de la edición del sábado, varios artículos como el de Weiner y Johnston del New York Times, o Jeremy Rifkin y Gustavo de Arístegui, ofrecían análisis muy acertados en torno a este acto de barbarie ocurrido el 11 de septiembre y analizaban sus causas.

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Si 'se va' la Organización, se crearía precisamente un vacío que los promotores del caos adoctrinados en un nuevo nihilismo teológico oscurantista y misógino persiguen.

La respuesta más humana no es la de disolver el único marco internacional que existe en el mundo, en el que se ha depositado la confianza de muchos países y en el que se ha intentado ordenar las relaciones entre Estados. Ya sea a través de tratados y convenios, ya sea a través de resoluciones políticas en el marco de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad.

¿Qué otro organismo podría, en el sentido más realista, denunciar y actuar ante las crisis humanas inminentes como lo han hecho la FAO, ACNUR, PMA?

Más bien, un consejo amistoso, si es verdad que la frustración de todos ante lo que ha ocurrido es genuina: habría que canalizar la inteligencia hacia la cohesión en vez de la desintegración. Dirigir su energía a buscar soluciones para reforzar y hacer más efectiva a la Organización de las Naciones Unidas. No se puede comparar una experiencia nacional de transición política como la que vivió España a lo que el mundo en sí está presenciando y viviendo a múltiples niveles ahora. Irse en este momento sería abandonar el barco en medio de la tormenta.

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