Cachemira, guerra interminable

La sangre de tres guerras y el desgaste de una tensión constante, que ha estado a punto de volver a enfrentar a India y Pakistán en varias ocasiones, es el saldo de un conflicto interminable que todavía dura. Si las guerras ocasionaron más de un millón de muertos, el conflicto separatista que surgió en 1989 ha originado 30.000 víctimas mortales hasta hoy. Cachemira, un territorio considerado la 'Suiza de Oriente', con 225.000 kilómetros cuadrados y 12 millones de habitantes, quedó a expensas de la voluntad del marahá Hari Singh cuando, en 1947, el Reino Unido le dejó decidir su suerte tras la...

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La sangre de tres guerras y el desgaste de una tensión constante, que ha estado a punto de volver a enfrentar a India y Pakistán en varias ocasiones, es el saldo de un conflicto interminable que todavía dura. Si las guerras ocasionaron más de un millón de muertos, el conflicto separatista que surgió en 1989 ha originado 30.000 víctimas mortales hasta hoy. Cachemira, un territorio considerado la 'Suiza de Oriente', con 225.000 kilómetros cuadrados y 12 millones de habitantes, quedó a expensas de la voluntad del marahá Hari Singh cuando, en 1947, el Reino Unido le dejó decidir su suerte tras la independencia de India y Pakistán. Singh, hindú, decidió unirse a Nueva Delhi. Pero, ¿quién podía pensar que una región con un 80% de población musulmana iba a quedarse con los brazos cruzados? ¿O que las autoridades de Pakistán, país que se desgajó de la vasta colonia británica por puras razones religiosas, no iba a reclamar su parte?

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Así que con la mutua independencia llegó la primera guerra y el conflicto ha empujado a ambos países a desarrollar un arsenal nuclear que periódicamente está a un paso de explotar. Eso si no tenemos en cuenta las constantes pruebas atómicas que se realizan en la zona desde que en 1974, India abriera la carrera nuclear. Ocho años después, Pakistán dejó claro que también poseía el arma atómica con otras explosiones. Las últimas pruebas, que causaron la alarma internacional porque ya se creía que la guerra fría ya estaba olvidada, se produjeron en 1998 con cinco acciones por cada parte, que ocasionaron todo tipo de reacciones.

En los últimos tiempos, los Gobiernos de India y Pakistán han mantenido contactos para intentar poner fin al conflicto. El más reciente reunió al primer ministro indio, Atal Bihari Vajpayee, con el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, el pasado julio. El hecho de que los indios pusieran en estado de alerta a su Ejército en Cachemira ante el encuentro no auguraba muchas esperanzas. Además, si el conflicto entre los dos países llegara a arreglarse, no es probable que el acuerdo contara con un beneplácito de los nacionalistas, con lo que el problema seguiría latente.

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