Reportaje:

Una exposición cruel

El neoyorquino Tony Oursler expone en San Sebastián una visión irritante del mundo

Un sofisticado teatro de sombras donde actúan maniquíes y muñecos desgarradores, revestidos con ropas hechas jirones. Cabezas parlantes, rostros truculentos que piden auxilio, insultan o gritan. Tony Oursler (Nueva York, 1957), uno de los padres del videoarte, ha instalado en el centro cultural Koldo Mitxelena de San Sebastián una colección de personajes perturbadores, casi repelentes, que acercan el drama al espectador.

Es un drama horrible, 'como la vida misma', apostilla el autor. La exposición de Oursler no deja indiferente a nadie. Excita las sensaciones del espectador y le ...

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Un sofisticado teatro de sombras donde actúan maniquíes y muñecos desgarradores, revestidos con ropas hechas jirones. Cabezas parlantes, rostros truculentos que piden auxilio, insultan o gritan. Tony Oursler (Nueva York, 1957), uno de los padres del videoarte, ha instalado en el centro cultural Koldo Mitxelena de San Sebastián una colección de personajes perturbadores, casi repelentes, que acercan el drama al espectador.

Es un drama horrible, 'como la vida misma', apostilla el autor. La exposición de Oursler no deja indiferente a nadie. Excita las sensaciones del espectador y le provoca sentimientos encontrados: rechazo y compasión a la vez.

La muestra de Oursler, producida por el Instituto de Arte Moderno de Valencia (IVAM) y comisariada por Teresa Millet, se abre hoy y permanecerá abierta de martes a sábado hasta el 17 de noviembre. El Koldo Mitxelena acoge 15 piezas en vídeo y cerca de 40 dibujos realizados entre 1976 y 1998, una selección de toda su obra artística.

'Oursler nos sumerge en un mundo de visiones imposibles', explica la comisaria Millet. El creador neoyorquino emplea la técnica del vídeo para proyectar grabaciones delirantes sobre unos muñecos deformes, mediante los cuales pretende lanzar una denuncia frontal contra los, a su juicio, grandes males de la sociedad actual. Oursler milita contra 'las neurosis de nuestra época', a saber: la contaminación medioambiental y biológica, las locuras de la vida moderna, los efectos de la televisión y las enfermedades psicológicas.

Sus monigotes desgranan llantos, gritos o monólogos absurdos que producen 'un fuerte impacto emocional en el espectador', afirma Millet. En una de las salas de la exposición permanece Judy, una joven que padece trastornos de personalidad múltiple, otro tema recurrente en la creación del neoyorquino. Judy es un ejemplo de las enfermedades y perturbaciones que padece la sociedad actual, en muchos casos inducidas por los medios audiovisuales. 'Oursler utiliza imágenes digitales realizas por actores y actrices profesionales, proyectores y vídeoreproductores' para hacer un trabajo que le distingue como 'uno de los más sólidos entre los artistas contemporáneos que utilizan el vídeo como soporte artístico', advierte la comisaria.

Los dibujos de Oursler enseñan 'la faceta más desconocida' del autor, aunque son 'imprescindibles para entender el conjunto de su obra', agrega. 'Muestran su origen artístico como pintor, y también trasladan al espectador a su particular visión del mundo actual'.

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Antes de llegar a San Sebastián, la muestra ha pasado este año por el Centre del Carme, de Valencia, y después por el Centro Cultural Belém, en Lisboa. El Koldo Mitxelena editará un libro-catálogo de la exposición en colaboración con el IVAM y realizará un vídeo sobre la muestra que incluirá una extrevista con el prpio Oursler, según informó el diputado de Cultura, Luis María Bandrés.

Una de las piezas de Oursler que se pueden ver en San Sebastián.JAVIER HERNÁNDEZ

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