La filtración de varios documentos provoca tensiones en el Grupo Socialista de las Cortes Valencianas

El aire se podía cortar ayer por la mañana en la sede del Grupo Socialista de las Cortes Valencianas tras la reunión que mantuvo la dirección, con el portavoz, Joaquim Puig, a la cabeza, en la que además de analizar el resultado del reciente debate de política general y las iniciativas que el PSPV piensa llevar adelante en las próximas semanas, se abordó un espinoso asunto que provocó evidente tensión. La filtración de varios documentos y su publicación, ayer, en un diario local, enfrentó a dos miembros de la dirección del grupo, los portavoces adjuntos Cristina Moreno y Andrés Perelló. Éste r...

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El aire se podía cortar ayer por la mañana en la sede del Grupo Socialista de las Cortes Valencianas tras la reunión que mantuvo la dirección, con el portavoz, Joaquim Puig, a la cabeza, en la que además de analizar el resultado del reciente debate de política general y las iniciativas que el PSPV piensa llevar adelante en las próximas semanas, se abordó un espinoso asunto que provocó evidente tensión. La filtración de varios documentos y su publicación, ayer, en un diario local, enfrentó a dos miembros de la dirección del grupo, los portavoces adjuntos Cristina Moreno y Andrés Perelló. Éste recibió el pasado miércoles, día 12, la llamada de un periodista que había recibido un documento en un sobre con el membrete del Grupo Socialista enviado de forma anónima. Se trataba de una copia del recurso al Tribunal Constitucional presentado por Perelló a raíz de la polémica por la actuación de Emilia Caballero durante su etapa como Síndic de Greuges en funciones.

Perelló se mostró sorprendido de que el periodista tuviera en su poder un documento del que sólo él disponía, además de la ejecutiva federal del PSOE, y que los socialistas no querían dar a conocer hasta no tener la seguridad de que el alto tribunal admitía a trámite el asunto, y aludió a la posibilidad de que le hubiera sido sustraído. Al día siguiente, Perelló se dirigió por escrito al jefe del servicio de seguridad de la Cámara para que le informaran acerca de si el día 12, entre las 19 y las 20 horas, algún miembro de ese departamento recibió en nombre del Grupo Socialista un sobre para entregar a un servicio de mensajería. La respuesta del jefe del servicio de seguridad, también por escrito y fechada igualmente el día 13, señalaba que efectivamente, sobre las 19.10 horas del día 12 la diputada Cristina Moreno entregó un sobre.

Ayer, el citado periódico publicaba una información al respecto que incluía los dos escritos, aunque manipulados, según fuentes socialistas, ya que en el primero había desparecido la mención al jefe de seguridad, al que iba dirigido, y en el segundo no constaba la firma de éste. Los socialistas apuntaron a la presidencia de la Cámara y al PP como autores de la manipulación y filtración de esos documentos en los que habrían hecho desparecer la firma del jefe de seguridad para no implicarle, dado que, además, los escritos son personales puesto que no pasaron por el registro de entrada de las Cortes.

El asunto fue aprovechado ayer por el PP para echar más leña al fuego. El portavoz popular, Alejandro Font de Mora, consideró 'intolerable que en un grupo parlamentario se toleren los hurtos o robos de documentación' y señaló que el caso 'demuestra' la existencia de 'divisiones internas y disfunciones graves en el Grupo Socialista', que son 'el fiel reflejo de la situación en que se encuentra el socialismo valenciano', que lleva a algunos de sus miembros 'a estas situaciones de carácter cainita'.

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