'Cualquiera que ayude a EE UU será un traidor'

'¿Por qué Estados Unidos no frena los ataques israelíes en Palestina?', se preguntaban ayer los manifestantes que salieron a la calle en el centro de Rawalpindi, la antigua capital paquistaní, para protestar por la operación que prepara Washington contra Afganistán.

'Cualquiera que ayude a Estados Unidos será un traidor', coreaba entusiasmado un grupo de universitarios haciéndose eco de la amenaza lanzada el día anterior por el líder talibán contra los países que presten su colaboración. Entre los jóvenes, la mayoría barbudos, se reconocía por su indumentaria a un puñado de talibán.
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'¿Por qué Estados Unidos no frena los ataques israelíes en Palestina?', se preguntaban ayer los manifestantes que salieron a la calle en el centro de Rawalpindi, la antigua capital paquistaní, para protestar por la operación que prepara Washington contra Afganistán.

'Cualquiera que ayude a Estados Unidos será un traidor', coreaba entusiasmado un grupo de universitarios haciéndose eco de la amenaza lanzada el día anterior por el líder talibán contra los países que presten su colaboración. Entre los jóvenes, la mayoría barbudos, se reconocía por su indumentaria a un puñado de talibán.

Como el día anterior en Islamabad, la concentración no fue muy numerosa, apenas medio millar de hombres convocados por dos grupos islamistas. Las mujeres permanecen al margen de la política en esos medios ultraconservadores.

Sin embargo, las pancartas y lemas de advertencia a Estados Unidos reflejaban el sentir de muchos paquistaníes de a pie que temen los efectos de un ataque sobre la población afgana, con la que les unen lazos religiosos, étnicos, culturales e incluso familiares. 'Estados Unidos, evita atacar Afganistán', rezaban varios carteles escritos en inglés.

'No podemos consentir que se use nuestro país para atacar a nuestros hermanos afganos', declaraba Farooq, 'cualquier permiso para usar nuestro suelo o nuestro espacio aéreo será muy dañino'.

A pesar de que muchos comparten ese sentir, no ha habido muchas manifestaciones, y además han sido poco numerosas. Los islamistas que las impulsan se enfrentan también a sus propias divisiones internas. Ayer, en Rawalpindi, el puñado de seguidores movilizados por Jamiat Ulema Islam y Jamiat Ulema Pakistan coreaban consignas en dos grupos separados. Un destacamento antidisturbios observaba la escena desde la acera.