Crónica:Campeonato de Europa | BALONCESTO

Nada ni nadie detiene a Yugoslavia

La gran favorita, con un espléndido Bodiroga, se impuso al ambiente y derrotó a Turquía

Era la mejor y como tal salió del Europeo con el oro colgado al cuello. Nada ni nadie detuvo a Yugoslavia. Ni el terrible ambiente de apoyo a Turquía que se respiró en el pabellón Abdi Ipecki ni el último y agónico esfuerzo del equipo anfitrión que se dejó la piel en el intento. Pero Yugoslavia lo superó todo. Con un equipo de lujo y una concepción del juego suprema, porque siempre lleva a sus jugadores a saber cuál es la forma y cuál es el momento adecuado para resolver todas y cada una de las dificultades que se les presentan. Así ganó Yugoslavia. No es cuestión sólo de calidad individual, l...

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Era la mejor y como tal salió del Europeo con el oro colgado al cuello. Nada ni nadie detuvo a Yugoslavia. Ni el terrible ambiente de apoyo a Turquía que se respiró en el pabellón Abdi Ipecki ni el último y agónico esfuerzo del equipo anfitrión que se dejó la piel en el intento. Pero Yugoslavia lo superó todo. Con un equipo de lujo y una concepción del juego suprema, porque siempre lleva a sus jugadores a saber cuál es la forma y cuál es el momento adecuado para resolver todas y cada una de las dificultades que se les presentan. Así ganó Yugoslavia. No es cuestión sólo de calidad individual, lo es también de concepción colectiva del juego. Y así lo volvió a demostrar un equipo que marca una supremacía como no se recordaba y que sumó ayer su octavo título europeo, el quinto en las últimas siete ediciones, con la puntualización además de que no participó en el de Alemania en 1993 a causa del conflicto que se vivió en los países balcánicos.

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El equipo turco se mantuvo en el partido mientras los yugoslavos no lograron neutralizar al inspirado Kutluay y la acumulación de faltas personales no empezó a pesar en todos sus jugadores clave, el propio Kutluay, Turkoglu y Besok. Una vez solventada la labor de zapa y pasados algunos momentos de apuro (51-48) debido a su mal porcentaje en los triples (1 de 7 en la media parte), Yugoslavia, dado que Stojakovic no tuvo su mejor día, se encomendó a Bodiroga. Palabras mayores. Nadie mejor que el ex alero del Real Madrid para manejar un partido tan áspero y en el que cada movimiento debía ser de lo más sutil.

Entre Bodiroga y Scepanovic, que secó a Kutluay y aprovechó la debilidad defensiva de la estrella turca, le dieron a Yugoslavia una renta de diez puntos (63-73) que a falta de poco más de dos minutos resultó decisiva. Todos los intentos posteriores de Turquía resultaron estériles. Yugoslavia, tras su tercer puesto de hace dos años, vuelve a reinar y lo hace con una generación de jugadores que promete una larga hegemonía.

Bodiroga levanta el trofeo de campeón de Europa, delante de sus compañeros.AP

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