La economía japonesa cae un 0,8% en el segundo trimestre y coloca al país al borde de la recesión
La economía japonesa vive una crisis mayor de la esperada. Tras las malas noticias económicas de las últimas semanas, ayer se supo que la actividad económica cayó un 0,8% en el segundo trimestre del año (el 3,2% en términos anualizados), el mayor descenso desde la recesión de 1999. Y el paro ha subido hasta el máximo histórico del 5% de la población activa, nivel no conocido desde la segunda guerra mundial.
Algunos analistas esperan que durante este trimestre se produzca un nuevo descenso de la economía, con lo que el país entraría en una nueva recesión al acumular dos trimestres consec...
La economía japonesa vive una crisis mayor de la esperada. Tras las malas noticias económicas de las últimas semanas, ayer se supo que la actividad económica cayó un 0,8% en el segundo trimestre del año (el 3,2% en términos anualizados), el mayor descenso desde la recesión de 1999. Y el paro ha subido hasta el máximo histórico del 5% de la población activa, nivel no conocido desde la segunda guerra mundial.
Algunos analistas esperan que durante este trimestre se produzca un nuevo descenso de la economía, con lo que el país entraría en una nueva recesión al acumular dos trimestres consecutivos de descenso del producto interior bruto (PIB).
La contracción de la economía japonesa fue muy acentuada en la inversión, que ha caído un 2,8% en el segundo trimestre. En cambio, la sorpresa fue que el consumo aumentó un 0,5% debido a la caída de los precios o deflación que vive el país.
Las empresas japonesas se han visto afectadas negativamente por la crisis de Estados Unidos, primer comprador de sus productos. El índice bursátil Nikkei, que incluye a las mayores empresas japonesas, está en su nivel más bajo en 17 años. El viernes cerró a 10.516, 7 puntos.
El primer ministro Junichiro Koizumi admitió que la caída de la actividad económica es 'severa' y afirmó que el Gobierno anunciará el próximo viernes nuevas medidas para elevar el gasto público y reanimar la maltrecha economía.
El descenso de la actividad económica fue atribuido por el Gobierno a la ralentización mundial de sectores como el de las altas tecnologías. Las industrias japonesas del sector tecnológico sufren una oleada de reestructuraciones similar a la de las firmas de automóviles mientras que los bancos Daiwa y Asahi han comenzado a negociar su fusión para salvarse de la crisis.