Placeres | GENTE

LA COMIDA DEL AVIÓN

El señor Patanegra se muestra satisfecho de haber probado los placeres de la gastronomía española, pero hay algo que le intriga y que no duda en preguntar a su ángel: ¿por qué se come tan mal en los aviones?

-Ésta es una pregunta que no resulta fácil de responder -suspira el Ángel de la Gastronomía-. Es más, dudo de que la comida de avión pertenezca al ámbito de la gastronomía. Para resolverlo, quizás lo mejor es poner alas a tu imaginación.

-Para alas, tú, que por algo eres ángel, pero yo...

-Inténtalo, Patanegra. Nunca te conformes con lo que te dan. Piensa siempre en có...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El señor Patanegra se muestra satisfecho de haber probado los placeres de la gastronomía española, pero hay algo que le intriga y que no duda en preguntar a su ángel: ¿por qué se come tan mal en los aviones?

-Ésta es una pregunta que no resulta fácil de responder -suspira el Ángel de la Gastronomía-. Es más, dudo de que la comida de avión pertenezca al ámbito de la gastronomía. Para resolverlo, quizás lo mejor es poner alas a tu imaginación.

-Para alas, tú, que por algo eres ángel, pero yo...

-Inténtalo, Patanegra. Nunca te conformes con lo que te dan. Piensa siempre en cómo se podría mejorar. Cierra los ojos e imagina que estás volando y que una azafata anuncia: 'Seguidamente, para abrirles el apetito, vamos a ofrecerles unas tapas consistentes en una brocheta de tomate y mozzarella, unos muslitos de codorniz a las especies, unas gambas al ajillo, pollo al curry y una brocheta de atún a la soja y jengibre'. Díme, ¿qué te parece?

-Pues pensaría que a la azafata le ha dado un aire.

-Tranquilo, que sigue -el ángel pone voz de azafata y recita-: 'Vendrá después una tacita con una royal de foie-gras, un carpaccio de setas con ensaladas de pasta fresca y vieiras a la vinagreta de piñones'.

-Y caviar, ¿no?

-'De segundo podrán escoger entre un salpicón de bogavante con verduras de temporada o el filete con alcachofas y cebolleta tierna a la vinagreta de mostaza y caramelo. De postres habría una selección de pequeñas locuras de chocolate y frutas que podrán tomar con una selección de los mejores tes y cafés. Si hay algún pasajero que quiera cambiar de menú no tiene más que decirlo, y si lo desean pueden adquirir productos nuestros gourmets internacionales: ostras gallegas, percebes, ajos, jamón ibérico, cabrales...'.

-Sí, hombre -se anima el señor Patanegra-, y sexo, drogas y rock and roll.

-No pidas tanto, Patanegra, que la avaricia rompe el saco. Confórmate con los placeres gastronómicos. Reconoce que lo del rock en un avión es complicado. En cuanto a lo del sexo... bueno, mejor dejarlo.

-Pues yo vi una película en la que...

-No sigas, Patanegra -le detiene-. Recuerda que soy un ser angelical. Volvamos al tema, ¿qué tal el menú de avión que te he dicho?

-Pues que parece un sueño -suspira el señor Patanegra-.

-Y lo es, Patanegra, lo es -se ríe el ángel-. Despierta de una vez. Me temo que una compañía aérea así no existe todavía, pero quizás con el tiempo...

Mañana, para variar, hablaremos de los desayunos de hotel.

Archivado En