Medio Ambiente incluye cotos privados de caza en un plan para recuperar el lince

El Gobierno andaluz lleva el proyecto a la UE

La Consejería de Medio Ambiente va a incluir varios cotos privados de caza del entorno de Doñana y Sierra Morena en un plan para habilitar una zona de reserva donde recuperar las poblaciones de lince ibérico. Esta iniciativa, que se une a los acuerdos ya alcanzados con una veintena de fincas privadas, forma parte del plan actuación del Gobierno andaluz, al que ahora se quiere dar una dimensión internacional con la presentación, la próxima semana, de un proyecto Life ante la Comisión Europea.

Andalucía puede presumir hoy de servir de último refugio para las disminuidas poblaciones de lin...

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La Consejería de Medio Ambiente va a incluir varios cotos privados de caza del entorno de Doñana y Sierra Morena en un plan para habilitar una zona de reserva donde recuperar las poblaciones de lince ibérico. Esta iniciativa, que se une a los acuerdos ya alcanzados con una veintena de fincas privadas, forma parte del plan actuación del Gobierno andaluz, al que ahora se quiere dar una dimensión internacional con la presentación, la próxima semana, de un proyecto Life ante la Comisión Europea.

Andalucía puede presumir hoy de servir de último refugio para las disminuidas poblaciones de lince ibérico (lynx pardina), uno de los felinos más amenazados. Si en la década de los noventa aún podían verse linces en Madrid, Extremadura y Castilla-La Mancha, en la actualidad se calcula que sólo existen unos 350 ejemplares en una ancha franja de Sierra Morena, en las provincias de Jaén y Córdoba, y en Doñana.

Con ese aval, la Consejería de Medio Ambiente ha puesto en marcha este año un ambicioso plan de actuación y recuperación para el próximo trienio, con una inversión de 540 millones de pesetas, que ahora se intenta reforzar con el proyecto comunitario Life, que llegará la próxima semana a Bruselas.

Tras el fracaso del año anterior, cuando la Comisión Europea rechazó los cinco proyectos presentados desde diversas instancias andaluzas, la Consejería de Medio Ambiente apuesta este año por unificar los esfuerzos entre todas las partes implicadas. Por ello ha ofrecido participar en esta iniciativa a grupos conservacionistas como Ecologistas en Acción o Adena y otros colectivos como la Fundación Biodiversidad, la Federación Andaluza de Caza y hasta el propio Ministerio de Medio Ambiente.

'La gestión no puede ser sólo de las Administraciones públicas, debemos trabajar codo con codo con los propietarios de fincas, sociedades de cazadores y grupos conservacionistas para recuperar uno de las especies más representativas de la fauna mediterránea', asegura Miguel Ángel Simón, coordinador del plan andaluz para la recuperación del lince.

Ya se han producido contactos con varias sociedades de cazadores del entorno de Doñana a las que se les ha ofrecido habilitar en sus cotos unas áreas de reserva de unas 500 hectáreas donde crear un hábitat apto para el lince. 'Nosotros les damos conejos y perdices, que son las piezas más deseadas por el lince, y ellos se comprometen a dejar esa zona sin caza', indica Simón. Además, se actuará en otras zonas donde el lince ya ha desaparecido, con la construcción de corredores verdes o vías pecuarias, para propiciar la expansión del felino hacia otros enclaves. Asimismo, la Junta ha llegado a un acuerdo para el arrendamiento de una veintena de fincas privadas de caza menor en Sierra Morena, donde se racionalizará la caza y, a cambio, Medio Ambiente introducirá conejos y llevará a cabo mejoras en siembras y repoblaciones para buscar el mejor espacio natural posible para el lince.

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Censo

Todas estas acciones se enmarcan en el plan de actuación puesto en marcha por la Administración autonómica que se inició con la elaboración de un censo fiable de las poblaciones de lince en la comunidad autónoma.

De un lado, en los parques naturales de Cardeña-Montoro (Córdoba) y Sierra de Andújar y Despeñaperros (Jaén) se instalaron algo más de un centenar de cámaras automáticas, que han aportado una valiosa información sobre estos animales al controlar sus movimientos. De otra parte, técnicos de la Estación Biológica de Doñana han recurrido a análisis genéticos de ADN a partir de los excrementos de los linces.

Todo ello ha permitido censar la población del lince en unos 350 ejemplares, casi un tercio de la existente hace apenas una década. Una plaga de mixomatosis, una hemorragia vírica que acabó con los conejos, propició también la extinción de cientos de linces en Sierra Morena y Doñana.

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