Una fiesta de la astronomía

'Sólo se mira al suelo, y es una pena. Tenemos que conseguir que a los que miramos al cielo no se nos siga considerando raros'. Alfonso Valenzuela es uno de los organizadores de las I Jornadas de Divulgación Astronómica que se están celebrando en Úbeda (Jaén) para dar a conocer a la población 'uno de los espectáculos más apasionantes' que se pueden disfrutar desde la Tierra, el cielo durante la noche.

Para mostrar la luna, las estrellas y los astros la asociación Quarks de Jaén ha instalado en Úbeda una veintena de telescopios por los que podrá mirar todo el que quiera a partir de las d...

'Sólo se mira al suelo, y es una pena. Tenemos que conseguir que a los que miramos al cielo no se nos siga considerando raros'. Alfonso Valenzuela es uno de los organizadores de las I Jornadas de Divulgación Astronómica que se están celebrando en Úbeda (Jaén) para dar a conocer a la población 'uno de los espectáculos más apasionantes' que se pueden disfrutar desde la Tierra, el cielo durante la noche.

Para mostrar la luna, las estrellas y los astros la asociación Quarks de Jaén ha instalado en Úbeda una veintena de telescopios por los que podrá mirar todo el que quiera a partir de las diez de la noche y escuchar las explicaciones de expertos sobre los objetos que permanecen sobre nuestras cabezas. Uno de los telescopios instalados es el segundo más grande de España realizado por aficionados. Su espejo tiene 410 milímetros de diámetro y sólo existe otro mayor de 500 en Sabadell. Es la joya de la asociación y pesa más de 100 kilos.

La mayoría de los telescopios instalados en las noches de Úbeda están realizados por los propios socios de Quarks, que se han interesado desde hace años por la construcción de sus propios instrumentos de observación. Han llegado a ser tan especialistas que hasta ofrecen cursos en los centros educativos para enseñar a los demás cómo se hacen.

Se trata de un trabajo laborioso, ya que en tallar un espejo se tardan hasta 80 horas. 'Esto no lo hacemos en plan comercial, pero queremos demostrar a los demás que no todas las aficiones se tienen que conseguir a golpe de talonario. Además, un espejo bien tallado por nosotros consigue una precisión increíble', resalta Valenzuela, un funcionario del Ayuntamiento de esta localidad que desde pequeño observaba las estrellas.

La astronomía, asegura, es una alternativa para la juventud, para los mayores y para los niños. Una afición que dice, sirve desde los tres hasta los 80 años. Durante las jornadas, y para mantener el espíritu de divulgación que pretende, han instalado un planetario móvil didáctico que tiene una cúpula de cuatro metros de diámetro. Muestra un total de 2.500 estrellas que se proyectan sobre el techo. En tres días se calcula que pasarán por este planetario más de 1.000 personas.

El éxito de la iniciativa ha hecho que Quarks se haya puesto en contacto con el Ayuntamiento para intentar realizar dos proyectos en los que llevan pensando mucho tiempo. Se trata de la construcción de un planetario fijo que se ubicaría en el renacentista edificio del hospital de Santiago con una cúpula de siete metros. Supondría, según Valenzuela, un atractivo turístico porque los visitantes de la ciudad podrían disfrutarlo durante la noche, y un elemento pedagógico que podrían aprovechar los estudiantes durante el día. También han propuesto construir un centro astronómico en una cañada real en el que un gran telescopio pudiese mostrar algunos secretos del firmamento.

Lo que más interesa a los que se acercan a los telescopios instalados estos días en la ciudad es ver la luna. Es lo que todos quieren observar y con la potencia de los telescopios se pueden ver sus sombras, cordilleras y fisuras. Pero no es todo la luna, se puede observar también 'un espectáculo tremendo' configurado por miles de estrellas.

Las jornadas se completan con una exposición de fotografías y paneles explicativos. Esta muestra sirve también para que la asociación proteste contra la contaminación lumínica que se produce en los núcleos urbanos. Para demostrar el efecto de la luz sobre el cielo presentan fotografías de varios puntos de la provincia tomadas por los miembros de la asociación desde más de 2.000 metros de altura. 'La contaminación lumínica es un gran monstruo que nos está comiendo poco a poco', advierte Valenzuela. Sin esa contaminación, añade, sería más atractivo mirar hacia arriba durante la noche y las administraciones conseguirían un ahorro energético. No se trata de que no haya iluminación, resaltan desde la asociación, es que tiene que ser diferente a la actual.