'Creo que valgo para el Tour'

Entre Haimar Zubeldia y el Tour no ha habido flechazo. La carrera le ha dado la espalda. Se cayó en la primera semana, en la etapa de Amberes, y se abrió una brecha en el codo. Más tarde perdió 18 incomprensibles minutos en un día de desidia colectiva del Euskaltel. Luego otra caída, dolores en la espalda... Pese a todo, aunque la grande boucle no le ha correspondido, el líder del equipo vasco se ha enamorado del Tour. Lo dice con franqueza, pero en voz baja, con su timidez de 24 años. Zubeldia (Usúrbil, Guipúzcoa) tiene cuerpo de Indurain. Sólo falta que su lenta crianza acabe madurand...

Entre Haimar Zubeldia y el Tour no ha habido flechazo. La carrera le ha dado la espalda. Se cayó en la primera semana, en la etapa de Amberes, y se abrió una brecha en el codo. Más tarde perdió 18 incomprensibles minutos en un día de desidia colectiva del Euskaltel. Luego otra caída, dolores en la espalda... Pese a todo, aunque la grande boucle no le ha correspondido, el líder del equipo vasco se ha enamorado del Tour. Lo dice con franqueza, pero en voz baja, con su timidez de 24 años. Zubeldia (Usúrbil, Guipúzcoa) tiene cuerpo de Indurain. Sólo falta que su lenta crianza acabe madurando correctamente.

Pregunta. ¿Qué es el Tour?

Respuesta. Una carrera que no conocía hasta ahora y que me ha gustado. He visto que hay que venir mentalizado para sufrir. Es una carrera distinta en todo. Este año me he llevado una desilusión por distintas razones y me he venido un poco abajo mentalmente. Espero haberlo superado y entrar en una escapada estos días.

P. ¿Ha reflexionado sobre su futuro en el Tour?

R. Sí. Es una carrera que me gusta, de mucha resistencia, con puertos largos que creo se amoldan a mis características.

P. El día en que perdió 18 minutos, su equipo dio la sensación de eludir la responsabilidad.

R. Sí. Una vez que nos quedamos cortados en el primer abanico, tuvimos un fallo en el segundo. Le di vueltas a eso durante cinco días. De los errores se aprende. Vinimos con la idea de perder lo menos posible y hay que traer una mentalidad más agresiva. Cualquier despiste se paga.

P. Pasado el llano, ¿esperaba comportarse así en la montaña?

R. Esperaba estar más adelante, al estilo de Mancebo.

P. Habrá sido un duro golpe, pues el año pasado, en la Dauphiné Libéré, demostró que sube con soltura estos puertos.

R. Sí. La caída de marzo me afectó y, hablando con el médico, me ha explicado que tal vez he corrido poco antes del Tour.

P. Siempre se dice que el Tour se enamora de un corredor o le repele a la primera.

R. A mí la carrera me ha encantado, y creo que valgo para ella. No sé si estaremos aquí el año próximo, pero estoy deseando que llegue. Intentaré no cometer los mismos errores y demostrar lo que llevo dentro.

P. ¿No ha recibido el equipo una excesiva presión del entorno, de la afición, de la prensa vasca, de las instituciones?

R. Para el equipo ha supuesto una novedad ver a tanta gente. Hubo un agobio. La primera semana decepcionamos a todos. Ahora ya podemos decir que hemos cumplido.

P. ¿Se ha sentido irregular?

R. Sí, por lo que ha rodeado al equipo.

P. Mucho bombo.

R. Sí, ésa es la palabra.

P. ¿Sigue sintiéndose líder?

R. Ya me siento así en el equipo. Quieren hacer de mí un líder de cara al futuro. Pero para eso sé que hay que pasar baches.

P. ¿Le preocupa la nueva jerarquía de los jóvenes españoles: Sevilla el primero, Mancebo a la baja y usted más atrás?

R. No. Siempre habrá una rivalidad entre los corredores de una misma quinta.

P. ¿Se lleva mal cuando se ve en la general lejos de la cabeza?

R. No le doy muchas vueltas. Sé que lo que hizo Beloki el año pasado es muy raro, llegar tercero en su primer Tour. Pocos lo han conseguido. Mira Indurain. Ganó el primero después de seis.

P. ¿Irá a la Vuelta?

R. No está decidido, pero sí entra en mis planes.

P. ¿Sería una revancha?

R. Puede ser. Mi balance de la temporada ha sido cero. Sería una forma de salvarla.