Los fuegos artificiales abarrotan cada noche la playa del Miracle de Tarragona
Tarragona ha recuperado la ocupación de las playas por la noche. Desde el pasado lunes, miles de ciudadanos buscan un sitio en la arena del Miracle para disfrutar del concurso internacional de fuegos artificiales que el consistorio organiza todos los años y que en cada convocatoria logra mayor prestigio y participación popular.
El lunes inició la duodécima edición del concurso la Pirotecnia Turís (Valencia). A lo largo de la semana, los tarraconenses contemplarán los etéreos castillos creados por pirotécnicas de renombre procedentes de Sicilia (Italia), Leppington (Australia), Cangas ...
Tarragona ha recuperado la ocupación de las playas por la noche. Desde el pasado lunes, miles de ciudadanos buscan un sitio en la arena del Miracle para disfrutar del concurso internacional de fuegos artificiales que el consistorio organiza todos los años y que en cada convocatoria logra mayor prestigio y participación popular.
El lunes inició la duodécima edición del concurso la Pirotecnia Turís (Valencia). A lo largo de la semana, los tarraconenses contemplarán los etéreos castillos creados por pirotécnicas de renombre procedentes de Sicilia (Italia), Leppington (Australia), Cangas de Narcea (Asturias) y Guangzhou (China). Pirotecnia Turís ya fue premiada en dos ocasiones en Tarragona con el galardón especial y con un segundo premio. La empresa China Panda Fireworks tomó anoche el relevo de la firma valenciana y hoy mostrará sus creaciones la asturiana Pablo. El sábado, la italiana La Rosa clausurará el certamen.
Los fuegos se desarrollan a partir de las 22.30. El presupuesto total del certamen asciende a 23 millones de pesetas y los concursantes compiten por hacerse con el galardón: estar presentes como única empresa en las fiestas de Santa Tecla, a final de septiembre.
Los tarraconenses participan masivamente en el segundo concurso de fuegos artificiales más importante de España después del de San Sebastián y, para no perderse ninguna de las espectaculares figuras que se desarrollan sobre el mar, toman la playa a partir de media tarde, instalan sus mesas y tumbonas y cenan en la arena a la espera de los fuegos.