BALONCESTO | Dos españoles hacen historia en la NBA

Desafío en Memphis

Los Grizzlies, que comenzaban a ganarse fama en Vancouver de equipo maldito, se trasladan a Memphis, a orillas del Misisipí, por donde fluye el alma americana. Pocas ciudades representan mejor la convergencia y la fricción de culturas, razas, ideas. Es allí donde el profundo Sur se abre al Norte, donde el blues se mezcla con el country, donde el rock encontró a Elvis (o al revés) o donde los músicos blancos y negros del sello Stax (Otis Redding a la cabeza) dieron vida al soul más potente y hermoso. En esa ciudad intrigante se aventura Pau Gasol con un equipo que pr...

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Los Grizzlies, que comenzaban a ganarse fama en Vancouver de equipo maldito, se trasladan a Memphis, a orillas del Misisipí, por donde fluye el alma americana. Pocas ciudades representan mejor la convergencia y la fricción de culturas, razas, ideas. Es allí donde el profundo Sur se abre al Norte, donde el blues se mezcla con el country, donde el rock encontró a Elvis (o al revés) o donde los músicos blancos y negros del sello Stax (Otis Redding a la cabeza) dieron vida al soul más potente y hermoso. En esa ciudad intrigante se aventura Pau Gasol con un equipo que pretende revertir su fortuna. ¿Alguien recuerda que los Jazz de Nueva Orleans eran el hazmerreír de la NBA antes de trasladarse a Utah? ¿Alguien creía en los improbables Jazz de Utah? Nadie, hasta que Stockton y Malone dijeron lo contrario.

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Hay pocas esperanzas en estos Grizzlies, y menos tras sus traspasos de Abdur-Rahim y Bibby a los Hawks y los Kings. Por eso el papel de Gasol será más importante de lo que imagina. Dispondrá de mucho tiempo de juego y estará bajo la mirada de una ciudad que no tiene equipos de béisbol ni fútbol americano. Si los Grizzlies arraigan será porque Gasol ha triunfado junto a su colega de promoción Battier, destinado a cotas más altas que el baloncesto. De él, del estudiante perfecto, del ciudadano modelo, dijo Mike Krzyzewski, el técnico de Duke, que será el presidente de Estados Unidos en 2024. Battier dará respetabilidad al equipo. Gasol hará bien en unir sus fuerzas a él para ayudar a remontar el vuelo a los Grizzlies, que ya han hallado el modo de vender entradas: además de al prestigioso Battier, que tendrá que resolver las mismas dudas que despertó Bird cuando llegó a la NBA (un poco lento, sin explosividad, sin físico para el uno contra uno), el equipo de Memphis ha agregado a Jason Williams y a Lorenzen Wright, que regresa a casa tras jugar en los Clippers y los Hawks. Se ve que hay una operación comercial detrás de estos fichajes. El único que llega por motivos estrictamente relacionados con el baloncesto es Gasol.

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