Lucía Jiménez dice que dejaría de ser actriz si sólo se valorara su físico

Cinema Jove premia a la intérprete

Desde muy pequeña, Lucía Jiménez tenía claro lo que quería hacer. 'Me apunté a un taller de teatro en Segovia porque quería ser actriz y, cuatro años después, me presenté a mi primer casting'. Tenía 16 años y, por medio de su hermana, entró en contacto con la productora de Fernando Trueba. Se impuso su irresistible ambición y acabó como protagonista de La buena vida, la opera prima de David Trueba. 'Tuve bastante suerte porque tienen que darse muchas casualidades para que te elijan, que busquen una persona como tú y que les gustes'.

Así comenzó la carrera de una actriz que...

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Desde muy pequeña, Lucía Jiménez tenía claro lo que quería hacer. 'Me apunté a un taller de teatro en Segovia porque quería ser actriz y, cuatro años después, me presenté a mi primer casting'. Tenía 16 años y, por medio de su hermana, entró en contacto con la productora de Fernando Trueba. Se impuso su irresistible ambición y acabó como protagonista de La buena vida, la opera prima de David Trueba. 'Tuve bastante suerte porque tienen que darse muchas casualidades para que te elijan, que busquen una persona como tú y que les gustes'.

Así comenzó la carrera de una actriz que, pese a sus anhelos infantiles, siempre ha huido de la fama que conlleva su profesión: 'La fama me incomoda, pero no en el mal sentido, porque es algo que tienes que asumir si quieres ser actriz, sino porque soy una persona muy vergonzosa y me gusta pasar desapercibida'. Por ello, un buen día decidió dejar la exitosa serie televisiva Al salir de clase sin tener nada en perspectiva. 'A mí me gusta trabajar a conciencia y en una serie como esa es imposible hacerlo bien, ya que todo era demasiado rápido y, al final, todo valía'. Abandonó el carro de la fama de la pequeña pantalla para emprender una aventura hacia lo desconocido.

'Me llamaron a casa para ofrecerme una película en Perú, pero tenía que presentarme allí unos días después'. Francisco J. Lombardi la había elegido como protagonista de No se lo digas a nadie, la transposición a la pantalla de la exitosa novela homónima de Jaime Baily. Para Lucía, su salto a América fue 'el mayor reto' de su vida.

Desde entonces, la trayectoria profesional de Lucía Jiménez ha estado marcada por la profundidad de sus personajes. 'Cuando estás empezando no puedes elegir, pero con el tiempo he podido seleccionar papeles que me llenen'. Dicha selección hace que, entre los directores con los que le encantaría trabajar estén Fernando León y Agustín Díaz Yáñez, 'gente que tiene historias muy interesantes que contar'.

Su interés por interpretar personajes e historias atractivas está condicionada por su idea de que 'el físico influye para ser actriz, pero hay muchas más cosas'. Categóricamente afirma; 'Si supiera que estoy trabajando por mi físico, dejaría esta profesión ahora mismo'.

Precisamente esas inquietudes la han llevado a iniciar una nueva faceta artística como cantante. 'Siempre me ha gustado la música y llegué a tener un grupo de rock en Segovia con unos amigos, que acabó disolviéndose'. Ahora lidera la banda Quienhadichonueve, una formación integrada por ella y tres amigos más. 'Hacemos nuestras propias letras y queremos hacer rock cantado en castellano al estilo de lo que hacían Rosendo o Leño', explica.

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La actriz Lucía Jiménez, premiada en Cinema Jove.SANTIAGO CARREGUÍ

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