OPINIÓN DEL LECTOR

Doctor López Trigo

Hace solamente un año era historia viva. Ahora vive en el recuerdo. O -por desgracia y olvido a que este pueblo es tan proclive- ni tan sólo eso. Eugenio Tomás López-Trigo, nació el 29 de junio de 1911 y murió el 15 de junio de 2000, cuando le faltaban 14 días para cumplir los 89 años. Una larga vida dedicada casi en exclusiva al Hospital Provincial de Valencia -ahora Hospital General Universitario-, al que estuvo vinculado profesionalmente desde el año 1930 y afectivamente antes, pues su padre, el doctor José López-Trigo, era médico, profesor y director de esta institución siempre tan querida...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hace solamente un año era historia viva. Ahora vive en el recuerdo. O -por desgracia y olvido a que este pueblo es tan proclive- ni tan sólo eso. Eugenio Tomás López-Trigo, nació el 29 de junio de 1911 y murió el 15 de junio de 2000, cuando le faltaban 14 días para cumplir los 89 años. Una larga vida dedicada casi en exclusiva al Hospital Provincial de Valencia -ahora Hospital General Universitario-, al que estuvo vinculado profesionalmente desde el año 1930 y afectivamente antes, pues su padre, el doctor José López-Trigo, era médico, profesor y director de esta institución siempre tan querida por toda Valencia.

En el Hospital, según me contaba, le llamaban El Xiquet cuando trabajaba bajo las órdenes de su padre y al inicio de su larguísima carrera profesional. Excepto unos años en situación de depurat, se dedicó en cuerpo y alma al Hospital, que fue su amor y pasión, aunque no es menos verdad que él fue la savia y el alma del Hospital. Estaba impregnado de energía, valor, ilusión y satisfacción por las cosas bien hechas de nuestro doctor. Allí trabajó y lo dirigió hasta su jubilación, durante casi 50 años. Después de jubilado lo visitaba muy a menudo -no podía vivir sin él- y, como no podía ser de otra forma, allí murió.

Creo que el doctor López-Trigo, Don Eugenio, no ha recibido por parte del Hospital el merecido homenaje y, sobretodo, el reconocimiento público y oficial que se merece. Pienso que el Hospital aún está a tiempo de pagarle lo que le debe, por razones de justicia y de buen hacer en agradecimiento a su labor y a su persona.

Por otra parte, pienso que el Ayuntamiento de Valencia, como mínimo, le debe dedicar, en justo reconocimiento, una buena calle, avenida o plaza y que no lo deje en el olvido.-

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En