Los socialistas plantean al PP un pacto para poner fin al 'caos' de las obras

El 60% de las zanjas se abre por averías

Las calles de la capital tienen abiertas 800 zanjas por obras y más de 10 carriles claves para la circulación están cerrados al tráfico, según los datos que difundió ayer Marta Rodríguez-Tarduchy, portavoz socialista en el área de obras. En esas condiciones, transitar por la ciudad se ha convertido en un 'vía crucis', del que es una clara muestra la remodelación del entorno de la Gran Vía. Esa situación se agudiza especialmente en los meses de verano, al coincidir las grandes obras que se ponen en marcha en esta época -se aprovecha que los trabajos avanzan más fácilmente con el buen tiempo- y ...

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Las calles de la capital tienen abiertas 800 zanjas por obras y más de 10 carriles claves para la circulación están cerrados al tráfico, según los datos que difundió ayer Marta Rodríguez-Tarduchy, portavoz socialista en el área de obras. En esas condiciones, transitar por la ciudad se ha convertido en un 'vía crucis', del que es una clara muestra la remodelación del entorno de la Gran Vía. Esa situación se agudiza especialmente en los meses de verano, al coincidir las grandes obras que se ponen en marcha en esta época -se aprovecha que los trabajos avanzan más fácilmente con el buen tiempo- y las múltiples averías que se producen en la ciudad. Rodríguez-Tarduchy, que visitó, junto con Rafael Simancas, portavoz del grupo socialista, las obras en la calle de Augusto Figueroa, calificó la situación de 'caótica' y denunció que se incumple sistemáticamente la normativa no sólo en materia de sanciones, sino también en el plazo previsto 'para volver a abrir una acera, que no puede ser menor de tres a cuatro años'.

Para evitar esa situación, Simancas reclamó 'un gran pacto municipal para consensuar un mapa de obras'. Ese pacto incluiría también un calendario que deberían cumplir las empresas, así como 'un endurecimiento de las multas previstas en la ordenanza, que hoy por hoy ni se imponen ni tienen una cuantía suficiente', según el portavoz socialista.

Rodríguez-Tarduchy acusó a la edil de Obras, Elena Utrilla, del PP, de haber 'tirado la toalla'. 'En Madrid abre zanjas todo el mundo sin control ninguno del Ayuntamiento, y los ciudadanos están hartos; pese a que no debía haber más de 50 obras a la vez, lo cierto es que las hay, mal planificadas y desordenadas. Cuando hay que abrir una zanja o levantar una acera se tendría que avisar a todas las compañías de servicio -teléfono, agua, luz, gas- para que instalen lo que tengan que instalar sin necesidad de volver a abrir a los pocos meses', propuso la concejal socialista.

Nuevas licencias

Elena Utrilla argumentó, frente a las denuncias del principal grupo de la oposición, que el 60% de las zanjas se abre a causa de las averías que sufren los diferentes servicios: 'Si no se arreglan, se pierde el agua o se deja a los vecinos sin suministro de gas. El PSOE, a lo mejor, lo que propone es que no demos licencia para arreglar esas averías'.

El 40% restante de zanjas se abre para atender las obras programadas. 'Todas las semanas tenemos una reunión con los servicios para planificar esas actuaciones, pero Madrid está viviendo un boom económico y en el Ayuntamiento no podemos saber cuándo se va a crear una empresa en un barrio determinado', explicó Utrilla.

'Cuando se abre un hotel, por ejemplo, hay que meter todos los servicios. Podemos optar por no dar licencia a las empresas nuevas, pero colapsaríamos económicamente la ciudad, una medida que afecta directamente al paro. Ahora mismo hay una lista de espera de dos años para esas licencias y las compañías están enfadadas conmigo porque no podemos absorber todos los permisos que piden. Antes de reclamar un pacto hay que definir qué servicios se quieren tener', concluyó la concejal de Obras.

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