Un preso de Quatre Camins denuncia que recibió una paliza de cinco funcionarios

Un preso de la cárcel de Quatre Camins denunció ayer a través de su abogado que hace dos semanas cinco funcionarios le propinaron una brutal paliza. El abogado está a la espera de que se formalice la designación para interponer una denuncia por lesiones en el Juzgado de Granollers. El Departamento de Justicia de la Generalitat negó ayer los hechos, aunque anunció que ha abierto una investigación para aclarar lo ocurrido, como es habitual en estos casos.

Los hechos se produjeron el 23 de mayo, cuando el preso Miguel Vázquez, vecino de Malgrat de Mar, se disponía a entrar en la ducha. Seg...

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Un preso de la cárcel de Quatre Camins denunció ayer a través de su abogado que hace dos semanas cinco funcionarios le propinaron una brutal paliza. El abogado está a la espera de que se formalice la designación para interponer una denuncia por lesiones en el Juzgado de Granollers. El Departamento de Justicia de la Generalitat negó ayer los hechos, aunque anunció que ha abierto una investigación para aclarar lo ocurrido, como es habitual en estos casos.

Los hechos se produjeron el 23 de mayo, cuando el preso Miguel Vázquez, vecino de Malgrat de Mar, se disponía a entrar en la ducha. Según la versión de su abogado, José María Alonso, cuando el recluso estaba desnudo cinco funcionarios se dirigieron a él y, sin mediar palabra, lo esposaron y le golpearon con las porras por todo el cuerpo. Posteriormente el preso fue trasladado a una celda de castigo y la junta de tratamiento de la cárcel le abrió un expediente que derivó en una regresión del segundo al primer grado penitenciario. Una semana después, el interno fue trasladado a la prisión de Ponent, en Lleida, pese a que la de Quatre Camins dispone de plazas para presos de primer grado. Ambas decisiones administrativas han sido recurridas por la defensa ante el juez de vigilancia penitenciaria y Justicia.

Un portavoz de este departamento ofreció ayer una versión muy distinta de los hechos y defendió la actuación de los funcionarios, algo poco habitual en estos casos. Según esta versión, el recluso amenazó a los funcionarios verbalmente y después con un objeto que no pudieron concretar. Los funcionarios intentaron reducirle y se produjo un forcejeo, lo que explica las lesiones del interno. Este mismo portavoz aseguró también que el traslado del preso a Ponent, que le priva de poder ser visitado por su familia por falta de medios económicos, no tiene nada que ver con el incidente y que se produjo porque estaban completas las plazas de Quatre Camins para presos de primer grado. Según las mismas fuentes, alguno de los funcionarios pudo excederse en la reducción del preso, pero en ningún momento se propinó una paliza al preso.

Testigos presenciales

Frente a estos argumentos, la defensa del recluso admite que el interno pudo hacer un gesto despectivo a los funcionarios, pero añade que nada justifica la 'brutalidad empleada', reflejada sólo parcialmente en el parte de lesiones emitido por el médico de la prisión. 'Yo le vi cinco días después y tenía un aspecto impresionante, con hematomas en la cara y en la espalda', asegura el abogado José María Alonso.

La defensa argumenta también que los hechos ocurrieron en presencia de dos reclusos que se han ofrecido a declarar como testigos cuando se presente la denuncia penal. 'Es muy raro que un preso se ofrezca a declarar en un caso así, si no es que tiene muy claro que hubo una clara violencia', dijo el abogado.

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Del mismo modo, la defensa recuerda que a su cliente le quedaban por cumplir sólo dos meses de cárcel para lograr la libertad, que tenía trabajo para cuando saliera y que nunca había tenido ningún altercado en la prisión. 'Ante esa perspectiva, lo más lógico es esperar que pase el tiempo y no buscarse más problemas innecesarios con los funcionarios', afirmó.

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