La policía recoge a un niño que dormía en un solar con su madre toxicómana

Un hospital analiza la sangre del niño para saber si estaba drogado

María Belén R. J., de 35 años, aguardaba ayer sentada en un banco en la puerta de las urgencias del hospital del Niño Jesús. Su pequeño, Francisco, de tres años, estaba ingresado dentro. Belén hablaba sola sin parar. Sólo decía incongruencias. Llevaba una camiseta blanca, con algún agujero. De sus pantalones vaqueros blancos, algo sucios, sacó un mechero y se encendió un cigarrillo rubio. En el brazo izquierdo tenía varios pinchazos, ya convertidos en gruesos puntos rojos. La carne de alrededor estaba amoratada. Dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía, vestidos de paisano, la vigilaban. Ell...

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María Belén R. J., de 35 años, aguardaba ayer sentada en un banco en la puerta de las urgencias del hospital del Niño Jesús. Su pequeño, Francisco, de tres años, estaba ingresado dentro. Belén hablaba sola sin parar. Sólo decía incongruencias. Llevaba una camiseta blanca, con algún agujero. De sus pantalones vaqueros blancos, algo sucios, sacó un mechero y se encendió un cigarrillo rubio. En el brazo izquierdo tenía varios pinchazos, ya convertidos en gruesos puntos rojos. La carne de alrededor estaba amoratada. Dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía, vestidos de paisano, la vigilaban. Ella no paraba de hablar. Sola.

En el banco, junto a ella, estaban sus pertenencias, dos mochilas, una de ellas de colorines, de niño; un álbum repleto de fotos; una carpeta azul, llena de documentos, y una vela apagada. Belén sacó un tetrabrik de leche de una mochila y pegó un trago: 'Éste es mi desayuno', dijo.

'¿Dónde has pasado la noche?', le preguntó uno de los agentes. 'Al aire libre', contestó ella.

Belén y su hijo Francisco, de tres años, pasaron la noche como mejor pudieron sobre el asfalto del aparcamiento de la estación de Renfe de Chamartín. Ya al amanecer, dos vigilantes de seguridad privada de la estación se dieron cuenta de que la madre y su hijo habían dormido en el estacionamiento e inmediatamente dieron aviso a la Policía Municipal. Un coche patrulla acudió al lugar, junto con una ambulancia del Samur.

Los sanitarios efectuaron una valoración del chiquillo y vieron que 'estaba malnutrido y en estado de abandono', según un portavoz del Samur. 'El niño estaba somnoliento, poco reactivo', añadió el portavoz sanitario. La ambulancia trasladó al pequeño al hospital del Niño Jesús, en la calle de Menéndez Pelayo.

'Vino adormilado, no reaccionaba', confirmaron ayer fuentes del citado hospital. Francisco ingresó en el servicio de urgencias del citado centro, donde se le ha extraído sangre para efectuarle una 'analítica completa' con la intención de comprobar si ha sido drogado o no, según explicó un portavoz del centro sanitario.

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Revisión general

'Además, cuando nos llega un niño en estas condiciones, el hospital aprovecha la ocasión para efectuarle una revisión general, con radiografías incluidas, para ver cómo está. Los niños que viven en estas condiciones no suelen tener muchas oportunidades como ésta', añadió el portavoz del centro sanitario.

Mientras el niño permanecía ingresado, la madre seguía a las puertas del hospital. Un agente del Cuerpo Nacional de Policía avisó a una patrulla de la policía local para que enviaran un agente femenino para atender a la mujer. 'De aquí no me voy sin mi hijo', decía la madre. Entre cuatro agentes lograron convencer a la mujer para que entrara en el coche patrulla. Fue puesta a disposición judicial.

Belén vive en una residencia privada para mujeres solteras de Pozuelo de Alarcón, según fuentes de la Consejería de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid. Un portavoz policial aseguró que 'es una mujer con trastornos psicológicos, enferma mental y posiblemente toxicómana'.

El futuro de su hijo, Francisco, está por determinar. El hospital del Niño Jesús informará al juzgado y al Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF) sobre el estado de salud en el que ayer estaba el pequeño y de cómo va evolucionando.

El estado psicológico de la madre será también decisivo para determinar si es capaz o no de hacerse cargo de su hijo. En caso de que no lo sea, el juez deberá buscar a un familiar próximo del pequeño que se quiera hacer cargo de él. Si esta opción no resulta, el pequeño pasará a ser tutelado por la Comunidad de Madrid y, en ese caso, será ingresado en un centro de acogida.

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