Museo y cantera de profesionales

El Institut Valencià d'Art Moderno (IVAM) acaba de inaugurar la exposición permanente en que muestra una selección de la colección que ha ido reuniendo antes incluso de que abriera sus puertas al público hace casi doce años. En ese tiempo, los responsables del museo han dejado su impronta en una política de compras que ha hecho de la coherencia, las buenas relaciones y conocimiento su principal aliado. De otra manera no se podrían haber adquirido las más de 6.000 piezas que forman los fondos, teniendo en cuenta el limitado presupuesto destinado a este capítulo y los prácticamente ilimitados pr...

El Institut Valencià d'Art Moderno (IVAM) acaba de inaugurar la exposición permanente en que muestra una selección de la colección que ha ido reuniendo antes incluso de que abriera sus puertas al público hace casi doce años. En ese tiempo, los responsables del museo han dejado su impronta en una política de compras que ha hecho de la coherencia, las buenas relaciones y conocimiento su principal aliado. De otra manera no se podrían haber adquirido las más de 6.000 piezas que forman los fondos, teniendo en cuenta el limitado presupuesto destinado a este capítulo y los prácticamente ilimitados precios del mundo del arte.

Fue el primer director del IVAM, Tomás Llorens, quien sentó las bases de la colección al adelantarse -sobre todo a los catalanes- y conseguir el exclusivo conjunto de obras del escultor catalán Julio González, para el museo valenciano, uno de los primeros que surgieron en España bajo los auspicios de un gobierno autonómico.

Llorens fue el primero también que saltó de la dirección del IVAM a un centro de mayor envergadura, como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Ahora es el consevador jefe del Museo Thyssen-Bornemisza. El último es el hasta hace unas semanas administrador del IVAM, Joan Llinares. Ahora es el subdirector-gerente del ambicioso proyecto aún en fase de conclusión del Museu Nacional d'Art de Catalunya.

Entre tanto, no ha cesado la promoción de profesionales que o bien pusieron en marcha el museo o bien trabajaron en él, hasta el punto de que no resulta baladí ni manido localismo hablar del IVAM como una cantera de profesionales del mundo del arte. Alrededor de 13 profesionales han pasado del IVAM a desarrollar tareas en otros renombrados museos o en proyectos de aquilatada importancia. De todo ello se puede inferir que una de las principales razones que explican la buena acogida y el respeto por la trayectoria del museo, tanto dentro como fuera de las fronteras de España, ha sido la reunión y continuidad de un equipo de trabajadores, competente en la materia.

Por eso chirrió tanto la intención de la actual subsecretaria de Cultura, Consuelo Ciscar, de convertirse en la directora del IVAM, cuando el PP accedió al gobierno de la Generalitat. Los hilos de movieron en las más altas instancias para mantener la línea de un proyecto, ya considerado la joya de la política cultural de la Generalitat, nombrando a un profesional del mundo del arte que resultó ser Juan Manuel Bonet, actual director del Reina Sofía. Bonet sustituyó a José Francisco Ivars, asesor de importantes colecciones.

Caso excepcional

Unos años antes, Carmen Alborch había pasado de dirigir el IVAM, siempre con el responsable del área artística Vicente Todolí a su lado, a ser ministra de Cultura, durante el último mandato socialista. El de Alborch fue un salto excepcional debido al carácter eminentemente político del nuevo cargo que desempeñó, procedente del museo valenciano.

El resto de promociones han discurrido por cauces más habituales en el mundo del arte. Así, Bartomeu Marí cambio su cargo de consevador del IVAM por la dirección del museo de Rotterdam Witte de With y ahora su nombre suena con fuerza para hacerse cargo de nuevos proyectos, como el museo de arte contemporáneo de Vigo. La también ex conservadora del museo valenciano durante varios años Nuria Enguita es la responsable del área artística de la Fundació Tàpies de Barcelona.

Uno de los pilares del incipiente IVAM, Vicent Todolí dirige ahora uno de los centros de arte contemporáneo con mayor solera en Portugal, la Fundación Serralves de Oporto, ubicada en un edificio diseñado por Siza. Con Todolí trabajó en el museo valenciano la conservadora Corinne Disserens, luego directora de los museos de Marsella.

Junto a Bonet se desplazaron a Madrid, Carlos Pérez y Enrique Juncosa, que ejercen ahora en el Reina Sofía los mismos cargos que desempeñaban de hecho en el museo valenciano, conservador y subdirector artístico, respectivamente. Por su parte, Emmanuel Guigon, que ha trabajado en el IVAM como comisario de numerosas exposiciones en lo últimos cinco años, es jefe del área artística del Museo de Estrasburgo desde hace unas semanas.

Hay también trabajadores que han hecho el viaje de ida y vuelta. La que fue jefa de registro Remedios Grande fue requerida por el Museo Guggenheim, aunque ahora ha vuelto al IVAM, al igual que la actual responsable del área de Comunicación y Didáctica, Encarna Jiménez, quien acompañó durante unos años a Alborch en el Ministerio de Cultura.