Una reflexión sobre el dolor con acusación de plagio

"Necesitaba contar esta historia con mi propio ritmo. Es una reflexión sobre el dolor", decía Moretti en marzo pasado cuando se estrenó la película en Italia. Desde los tiempos de ...

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"Necesitaba contar esta historia con mi propio ritmo. Es una reflexión sobre el dolor", decía Moretti en marzo pasado cuando se estrenó la película en Italia. Desde los tiempos de Io sono un autarchico -la película rodada en super 8 que dio a conocer al público a Moretti en 1976- hasta Caro diario -su obra más conocida hasta la llegada de La habitación del hijo-, este cineasta ha recorrido un largo camino. Además de director e intérprete, en 1986 se hizo productor, y desde entonces, con pulso firme, aunque sin prisas, se ha convertido en uno de los creadores de "culto" del panorama cinematográfico italiano.

No es de extrañar que las noticias sobre su último filme superaran las fronteras italianas, con consecuencias no siempre placenteras. Una de las personas que se interesaron por la historia narrada en este filme fue la escritora irlandesa Edna O'Brien, una autora de reconocido prestigio mundial que se vio sorprendida por las similitudes entre la película y una novela suya de 1992, traducida en Italia un año después con el título Las habitaciones de los hijos.

Para mayor sorpresa, la traductora de la novela de O'Brien -que en inglés tiene un título distinto- es precisamente Silvia Nono, la esposa de Moretti. La escritora se quejó de que ni el director ni la productora del filme se hubieran puesto en contacto con ella. Moretti se ha defendido explicando que efectivamente se inspiró en el título de la versión italiana del libro de O'Brien y que por eso pidió permiso a la editorial.

No terminan ahí las coincidencias. En la novela de O'Brien se cuenta la historia de una mujer, madre de dos hijos, uno de los cuales muere en un accidente en el mar. En la película de Moretti, el protagonista, un psicoanalista llamado Giovanni Sermonti, tiene una hija y un hijo, y este último muere en un accidente subacuático. La escena tremenda del reconocimiento del cadáver del hijo en la cámara mortuoria existe también en la novela de O'Brien, que se ha quejado porque en los títulos de crédito del filme no se hace ninguna mención a su libro.

Moretti ha dejado de lado la polémica. "La idea de la película", dice, "la tenía desde hace tiempo, desde antes de rodar Abril, pero no podía lanzarme a ella justamente cuando estaba a punto de nacer mi hijo".

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