'Me he sentido inferior'

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La historia de Arancha Díez es casi la de una heroína. Arancha es sorda, tiene 23 años y es licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Su caso no es común. Poquísimos sordos acceden a la universidad y aún menos acaban licenciándose. 'Nunca pensé que haría una carrera', explica con el lenguaje de signos. 'Pero terminé COU en un colegio especial con 17 años y mi familia creyó que era demasiado joven para ponerme a trabajar', añade.

Al final decidió estudiar Psicología y enfrentarse al mundo de los oyentes. Sus padres también son sordos. 'El primer día de clase me acompañó un amigo intérprete. Luego ya no vino más' Y se quedó sola. 'Fue duro porque a veces me sentía inferior al resto. Pero pensé que tenía que seguir adelante'. Meses más tarde empezó a ayudarla una intérprete en algunas asignaturas, gracias a una subvención de la ONCE. 'Mis compañeros me han ayudado muchísimo. Me dejaban los apuntes e intentaban vocalizar al hablarme. Incluso escribían en un papel lo que me querían decir'. Los profesores se sentían más descolocados con ella, asegura. 'Cuando llegaba uno nuevo me presentaba a él y enseñaba a mi intérprete. Lo hacía para que no pareciese que estábamos hablando'. Durante la carrera suspendió alguna vez. Pero más que nada por 'vagancia', dice.