Nuestra Semana 'Santa'

Como andaluz aprecio las buenas tradiciones de nuestro pueblo. Sin embargo, empiezo a distanciarme de ésta en la que hemos vivido estos días, la Semana 'Santa'. Tengo que hacer un esfuerzo enorme para convencerme de que se trata de una celebración religiosa cuando observo todo el aparato festivo, lúdico y de derroche que rodea a las ruidosas procesiones. Me pregunto qué pensaría un ser venido de otro mundo si las contemplara; seguramente que se trata de una fiesta por la derrota y muerte de un enemigo al que se ha crucificado y cuya muerte se está celebrando; convencerle de que en realidad el ...

Como andaluz aprecio las buenas tradiciones de nuestro pueblo. Sin embargo, empiezo a distanciarme de ésta en la que hemos vivido estos días, la Semana 'Santa'. Tengo que hacer un esfuerzo enorme para convencerme de que se trata de una celebración religiosa cuando observo todo el aparato festivo, lúdico y de derroche que rodea a las ruidosas procesiones. Me pregunto qué pensaría un ser venido de otro mundo si las contemplara; seguramente que se trata de una fiesta por la derrota y muerte de un enemigo al que se ha crucificado y cuya muerte se está celebrando; convencerle de que en realidad el crucificado es un ser querido sería difícil. Y si pienso cómo actuaría Jesús de Nazaret si pudiera estar presente, no puedo creer que contemplara con satisfacción lo que hemos hecho de su enseñanza. Más bien sacaría de nuevo el látigo en el templo y llamaría a los escribas, fariseos y sacerdotes por su nombre.

Que se celebren tradiciones, lo respeto. Pero que las autoridades eclesiásticas pretendan presentar la Semana Santa como algo religioso, me parece traicionero, y confirma una vez más que la institución Iglesia prefiere seguir manteniendo al pueblo entretenido con este tipo de celebraciones externas en lugar de enseñar y vivir ella misma el mensaje del Nazareno.-