Las tensiones vuelven al grupo socialista por una cena organizada a Centeno
Las heridas internas en el grupo parlamentario socialista a raíz de la dimisión del vicepresidente de la Cámara Rafael Centeno tras pronunciar la frase 'los moros a Marruecos que es donde tienen que estar' han vuelto a reabrirse. Una cena, organizada el pasado miércoles en un restaurante próximo a la sede parlamentaria con Centeno trascendió del ámbito privado y pasó al político, cuando diputados que habían anunciado su asistencia recibieron mensajes para que no acudieran, ya que, según varias fuentes consultadas, 'podría interpretarse como un acto contra José Caballos'. Al portavoz parlamenta...
Las heridas internas en el grupo parlamentario socialista a raíz de la dimisión del vicepresidente de la Cámara Rafael Centeno tras pronunciar la frase 'los moros a Marruecos que es donde tienen que estar' han vuelto a reabrirse. Una cena, organizada el pasado miércoles en un restaurante próximo a la sede parlamentaria con Centeno trascendió del ámbito privado y pasó al político, cuando diputados que habían anunciado su asistencia recibieron mensajes para que no acudieran, ya que, según varias fuentes consultadas, 'podría interpretarse como un acto contra José Caballos'. Al portavoz parlamentario del PSOE se le atribuye un papel central en la estrategia seguida por los socialistas en torno a la frase de marras y que la dirección regional ha asumido como un error colectivo.
A la reunión se apuntaron en una lista alrededor de entre 30 y 40 diputados, lista que empezó a circular la semana anterior, aprovechando que también había sesión plenaria, a iniciativa del diputado Manuel Pezzi.
El día de la cena hubo diputados que decidieron no asistir, según las distintas versiones recogidas, bien por que consideraron que el acto podría tener 'una intencionalidad política en un sentido u otro' o porque fueron receptivos a las lecturas de algunos dirigentes. Al final, acudieron una quincena de parlamentarios, además de funcionarios y amigos de Rafael Centeno.
Entre las que estaba apuntada en la lista inicial figuraba -'igual que otras muchas personas'- la diputada verde Inmaculada Gálvez, quien a la pregunta de si recibió presiones para que no asistiera contestó: 'No me he enterado de nada'. Y explicó porqué no fue: 'Me puse mala con el periodo y me dolía la cabeza'.