Dos personas, atrapadas por el cajetín de unas cabinas telefónicas

Una niña de 14 años y una mujer de unos 30 quedaron ayer atrapadas en dos cabinas telefónicas al introducir los dedos en los cajetines de los aparatos.

La niña permaneció unos diez minutos con los dedos pillados en una cabina de la calle de La del Manojo de Rosas, en el distrito de Villaverde. Los amigos con los que se encontraba avisaron a los servicios de emergencia del Samur. La intervención de los bomberos no fue necesaria, ya que cuando llegaron la chica había conseguido liberarse. La niña sólo presentaba una pequeña erosión en la mano.

La mujer se encontraba llamando por te...

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Una niña de 14 años y una mujer de unos 30 quedaron ayer atrapadas en dos cabinas telefónicas al introducir los dedos en los cajetines de los aparatos.

La niña permaneció unos diez minutos con los dedos pillados en una cabina de la calle de La del Manojo de Rosas, en el distrito de Villaverde. Los amigos con los que se encontraba avisaron a los servicios de emergencia del Samur. La intervención de los bomberos no fue necesaria, ya que cuando llegaron la chica había conseguido liberarse. La niña sólo presentaba una pequeña erosión en la mano.

La mujer se encontraba llamando por teléfono en una cabina situada en la calle de Diego de León, cerca de la esquina con Príncipe de Vergara, en el distrito de Salamanca. Un portavoz de los bomberos explicó que se tardó en liberar a esta persona unas dos horas. La operación fue muy laboriosa, ya que las cabinas tienen un mecanismo compuesto por una pieza que da vueltas, y que produce una mayor presión al intentar la liberación, según los bomberos.

Finalmente, los bomberos lograron rescatar a la mujer, tras aplicar jabón con una jeringuilla sobre los dedos que quedaron aprisionados por el cajetín de la cabina.

Hace dos meses, Raúl Chamorro, de 24 años, sufrió el mismo percance que afectó ayer a dos mujeres. Introdujo una monede 100 pesetas en una cabina; como no consiguió establecer comunicación, esperó la devolución del dinero. Raúl notó cómo se quedaba a medio camino e intentó sacarla. Gran error, quedó atrapado. En esta ocasión, los bomberos intentaron su liberación durante tres horas, pero no consiguieron sacarle hasta que llegó un técnico de telefónica.

La compañía telefónica se niega a poner a disposición de los bomberos las llaves maestras que abren las cabinas telefónicas. Los bomberos, por su parte, se quejan de las dificultades que entraña ayudar a una persona atrapada en este mecanismo. Apuntan como posible solución la creación de un servicio de emergencia en Telefónica, de tal forma que la actuación de los técnicos de la compañía fuera inmediata.

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