Un falso policía robaba y violaba a prostitutas en la Casa de Campo

El supuesto agresor solía atacar a mujeres de países del Este

Desde hace algunos meses, varias mujeres -la policía no precisa cuántas- que ejercen la prostitución en la Casa de Campo habían acudido a la Brigada de Extranjería y Documentación para denunciar los atracos y violaciones que venían sufriendo.

Para llevar a cabo la investigación, los agentes del Grupo VI de la Brigada de Extranjería, encargado del caso, tuvieron que enfrentarse al problema que suponía el silencio de las meretrices. Algunas de ellas se negaban a hablar y a denunciar lo sucedido, dada su condición de inmigrantes en situación irregular, y en algunos casos, por su desconocim...

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Desde hace algunos meses, varias mujeres -la policía no precisa cuántas- que ejercen la prostitución en la Casa de Campo habían acudido a la Brigada de Extranjería y Documentación para denunciar los atracos y violaciones que venían sufriendo.

Para llevar a cabo la investigación, los agentes del Grupo VI de la Brigada de Extranjería, encargado del caso, tuvieron que enfrentarse al problema que suponía el silencio de las meretrices. Algunas de ellas se negaban a hablar y a denunciar lo sucedido, dada su condición de inmigrantes en situación irregular, y en algunos casos, por su desconocimiento de las leyes españolas.

La policía dispuso entonces un operativo especial para dar con el supuesto agresor. Tras entrevistar a un grupo de mujeres que ejercen la prostitución en la Casa de Campo, los agentes lograron identificar al sospechoso. Se trataba, según la versión ofrecida por la policía, de Pedro O. D., de 31 años y con antecedentes policiales.

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El equipo que coordinó la investigación decidió introducir agentes de paisano en las zonas aledañas adonde las mujeres ejercen la prostitución. El pasado viernes, la operación dio sus frutos y el presunto agresor fue detenido en la Casa de Campo.

La forma de actuar del supuesto delincuente, según la investigación, era siempre similar. Pedro O. D. buscaba para sus fechorías a mujeres de países del Este, a las que podía intimidar. Simulaba solicitar sus servicios y entonces las trasladaba a zonas alejadas dentro del parque para atracarlas. Allí les hacía creer que era policía y les robaba todo el dinero y los efectos que llevaban.

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Pero Pedro no se conformaba con el atraco. Siempre, según la versión policial, el hombre, bajo amenazas, muchas veces con arma de fuego, obligaba a las mujeres a mantener relaciones sexuales sin preservativo. Cuando terminaba, les recordaba a sus víctimas su condición de policía y las intimidaba diciéndoles que, en caso de que denunciaran los hechos, él mismo se encargaría de expulsarlas de España.

Tras la investigación abierta por este caso, la policía pudo determinar que, después de perpetrar los atracos, el hombre acudía a un poblado para comprar droga.

En el momento de su detención, el pasado viernes, los agentes hallaron en el interior del coche de Pedro O. D. una cazadora que había robado minutos antes a una prostituta. También se le intervino una cartera de color negro con la reproducción de la insignia del Cuerpo Nacional de Policía. El supuesto agresor había sido detenido en Valencia en 1998 por un delito relativo a la prostitución. También tenía antecedentes por tráfico de drogas.

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