Los presidentes de Colombia y Venezuela liman asperezas en la selva del Canaima
Los presidentes de Colombia, Andrés Pastrana, y Venezuela, Hugo Chávez, están reunidos desde ayer y hasta hoy al mediodía en la selva amazónica del Parque Canaima (al sur de Venezuela) para limar asperezas después de la reciente detención del aeropirata colombiano José María Ballestas. La petición de extradición que Colombia hizo a Venezuela -y la negativa de este país a concederla en un primer momento- desató una fuerte polémica sobre la supuesta protección del Gobierno venezolano a la guerrilla colombiana.
La visita privada no estaba prevista, pero ambos arreglaron sus compromisos par...
Los presidentes de Colombia, Andrés Pastrana, y Venezuela, Hugo Chávez, están reunidos desde ayer y hasta hoy al mediodía en la selva amazónica del Parque Canaima (al sur de Venezuela) para limar asperezas después de la reciente detención del aeropirata colombiano José María Ballestas. La petición de extradición que Colombia hizo a Venezuela -y la negativa de este país a concederla en un primer momento- desató una fuerte polémica sobre la supuesta protección del Gobierno venezolano a la guerrilla colombiana.
La visita privada no estaba prevista, pero ambos arreglaron sus compromisos para poder conversar, en vista de la tensión en las relaciones bilaterales desde que Chávez declaró, hace más de dos años su "neutralidad" en el trato con la guerrilla colombiana.
"Vamos a hablar con la agenda abierta, sin protocolos, como lo que tenemos que ser, como amigos. Vamos a mirar la visión de futuro de los dos países y, por supuesto, hablar con franqueza y con sinceridad", declaró el canciller colombiano, Guillermo Fernández de Soto. En su opinión, el caso Ballestas no debe ser motivo de agresiones entre Bogotá y Caracas. Los dos países actuarán con diplomacia y manejarán "simplemente, las cosas correctamente".
Intercambio comercial
Venezuela y Colombia comparten una frontera terrestre de 2.219 kilómetros y son los principales y más activos socios del comercio andino, con una facturación que el año pasado llegó a 2.100 millones de dólares de intercambio.
Más allá de los roces políticos los dos países tienen pendiente el problema del transbordo fronterizo de mercancías, los efectos de los desplazados colombianos por el Plan Colombia y algunos aspectos sin cerrar de la integración andina con Mercosur