Bofill critica que en Barcelona le corrijan cuando en EE UU le 'consultan'

El arquitecto Ricard Bofill se lamentó ayer de que, mientras en todas las ciudades del mundo le piden opinión sobre cómo deben hacerse los proyectos, el Ayuntamiento de Barcelona le corrija su edificio para el hotel La Vela del puerto, una decisión que cree consecuencia de la 'endogamia' de la vida catalana.

Bofill ha criticado la decisión del Ayuntamiento de Barcelona de rebajar La Vela, el hotel de lujo que proyectó para la bocana del puerto. Los más de 140 metros iniciales de altura, el consistorio los ha reducido a 89. El arquitecto catalán, que participó ayer en la presentación de ...

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El arquitecto Ricard Bofill se lamentó ayer de que, mientras en todas las ciudades del mundo le piden opinión sobre cómo deben hacerse los proyectos, el Ayuntamiento de Barcelona le corrija su edificio para el hotel La Vela del puerto, una decisión que cree consecuencia de la 'endogamia' de la vida catalana.

Bofill ha criticado la decisión del Ayuntamiento de Barcelona de rebajar La Vela, el hotel de lujo que proyectó para la bocana del puerto. Los más de 140 metros iniciales de altura, el consistorio los ha reducido a 89. El arquitecto catalán, que participó ayer en la presentación de otro edificio diseñado por él, el Nexus II de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), dijo, por un lado, que no se sentía 'molesto' por la decisión del consistorio porque 'aquí el Ayuntamiento manda'. Sin embargo, a renglón seguido, Bofill afirmó: 'Mientras en Chicago o Nueva York, me preguntan lo que se debe hacer, aquí me corrigen las cosas'.

En el caso del hotel La Vela de Bofill, el choque de criterios entre los responsables municipales -empezando por el propio alcalde, Joan Clos-y el arquitecto se produjo desde el mismo día de su presentación. Para el Ayuntamiento de Barcelona, un edificio de tanta altura en el puerto sería un contraste desmedido con el horizonte que ofrece la ciudad entrando por el mar, en el que, a excepción del edificio Atalaya de las Atarazanas, el perfil que se dibuja es el de la Barcelona gótica.

Ricard Bofill puso Sevilla como ejemplo opuesto al Ayuntamiento de Barcelona: 'En la renovación del recinto de la Expo hemos hecho una torre articulada a la que queríamos dar la misma altura que la Giralda, y ha sido el mismo Ayuntamiento el que nos ha pedido que la hagamos más alta y más esbelta'.

'En Barcelona todo esto es un poco diferente', continuó Bofill, quien aseguró que decisiones como la de reducir la altura de La Vela demuestran que 'estamos en un país pequeño, de grupos'. A su juicio, hubo una época, en 1992, coincidiendo con los Juegos Olímpicos, 'en que había un consenso en la ciudad, pero ahora estamos viviendo un periodo de grupos, más endogámico'.

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