CARTAS AL DIRECTOR

Una experiencia

A raíz de un artículo aparecido el lunes día 26 de febrero en el diario que usted dirige tratando el tema de la conexión a la red eléctrica de las pequeñas instalaciones fotovoltaicas, hemos pensado que nuestra experiencia podría ayudar al conocimiento del estado de la cuestión.

El 5 de mayo del pasado año, en el IES Bibe Sivilla de Calella, Barcelona, se puso en funcionamiento una instalación fotovoltaica de dos kilovatios de potencia, dentro del plan de ahorro de energía que se está aplicando en nuestro centro. Desde entonces hemos ido cumplimentando pacientemente todos los requisitos...

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A raíz de un artículo aparecido el lunes día 26 de febrero en el diario que usted dirige tratando el tema de la conexión a la red eléctrica de las pequeñas instalaciones fotovoltaicas, hemos pensado que nuestra experiencia podría ayudar al conocimiento del estado de la cuestión.

El 5 de mayo del pasado año, en el IES Bibe Sivilla de Calella, Barcelona, se puso en funcionamiento una instalación fotovoltaica de dos kilovatios de potencia, dentro del plan de ahorro de energía que se está aplicando en nuestro centro. Desde entonces hemos ido cumplimentando pacientemente todos los requisitos necesarios para conseguir la tan deseada conexión a la red. En estos momentos llevamos dos meses esperando superar el penúltimo requisito: la firma del contrato de venta de la energía producida a la compañía eléctrica Fecsa-Enher.

Entre los que hemos participado en el proceso ha ido calando la sensación, seguramente equivocada, de una falta de interés en este tema por parte de la compañía eléctrica. Esta sensación se fundamenta en algunas de las trabas que hemos sufrido; por ejemplo, por los derechos de estudio de la conexión la compañía nos pedía 550.000 pesetas. Después de arduas negociaciones, esta cantidad se redujo a 155.000 pesetas, con el consiguiente alborozo por nuestra parte. Sin embargo, la aparición del Real Decreto 3490/2000 estableció la tarifa por este concepto en 15.000 pesetas.

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En el citado artículo, las compañías eléctricas justifican tanto retraso por el alud de peticiones que están sufriendo, noticia muy positiva, y por la necesidad de garantizar la salud de los consumidores, así como evitar su posible electrocución. Nos parece absolutamente necesario este interés, aunque no parecen tan interesados en evitar la electrocución del bolsillo de los promotores de este tipo de instalaciones. Sólo habría que añadir que en nuestro caso y en los que conocemos, la instalación se realizó por especialistas y con todas las garantías técnicas y de seguridad requeridas, muy lejos de la idea que parecen querer transmitir las compañías eléctricas de actividad poco profesional e insegura.-

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