LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO

Los robos suplen la incapacidad para fabricar explosivos propios

ETA está supliendo con espectaculares robos de dinamita su incapacidad actual para fabricar los explosivos para realizar sus atentados, una facultad que ha sido característica de la potencia de su aparato logístico -fabricaba amonal, amosal y granadas anticarro-, ahora mermado por los golpes policiales que ha sufrido en los últimos años en Francia.

En realidad, ETA ha vuelto al procedimiento de sus inicios, cuando a finales de los años setenta se abastecía de dinamita y goma-2 asaltando las canteras del País Vasco. En los años ochenta experimentó una época de expansión que permit...

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ETA está supliendo con espectaculares robos de dinamita su incapacidad actual para fabricar los explosivos para realizar sus atentados, una facultad que ha sido característica de la potencia de su aparato logístico -fabricaba amonal, amosal y granadas anticarro-, ahora mermado por los golpes policiales que ha sufrido en los últimos años en Francia.

En realidad, ETA ha vuelto al procedimiento de sus inicios, cuando a finales de los años setenta se abastecía de dinamita y goma-2 asaltando las canteras del País Vasco. En los años ochenta experimentó una época de expansión que permitió a la banda construir sus propias armas y explosivos. En los sótanos de un chalé situado en Bidart y propiedad del ingeniero francés Pierre Fagant ETA fabricó, entre 1987 y 1993, las granadas de carga hueca marca jotake, que utilizaba en sus atentados. Además, en esta época fabricaba sus propias bombas -utilizando como material explosivo el amonal y el amosal- que luego eran entregadas a los comandos por el entonces jefe del aparato logístico, Joseba Arregi Erostarbe, Fitipaldi, detenido en Bidart en marzo de 1992.

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Los expertos antiterroristas sitúan, sin embargo, el golpe definitivo a la capacidad de fabricación de ETA en el descubrimiento del laboratorio de explosivos, una fábrica especializada en bombas que tenía instalada en un chalé de la localidad de Mouguerre y que fue descubierto por la policía francesa en 14 de septiembre de 1994. El desmantelamiento del taller clandestino, donde se hallaron 250 kilos de amerital , 90 de touleno así como ácido nítrico y ácido sulfúrico para la fabricación de artefactos explosivos fue un golpe muy importante. Aunque ETA siguió fabricando explosivos, como lo demuestra la incautación de 140 kilos de amonal en Jatxou, junto a la frontera hispano-francesa, en mayo de 1995, destinados a los comandos.

La tregua de ETA fue aprovechada para recomponer su capacidad. Pero la banda parece haber renunciado a fabricar sus explosivos y ha recurrido al almacenamiento de los que roba en las canteras francesas.

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