El PSOE marca distancias con el PP y rechaza la oferta de pacto para vigilar los comicios
José Blanco replica a Arzalluz: 'El PNV ha sido el maletero de los que no condenan la violencia'
El PSE realizará una campaña autónoma sin referencias al PP, ya que no quieren renunciar a ningún voto, incluso al de un sector de indecisos, un 13%, que dudan entre votar al PSE o al PNV, según una encuesta interna.
Cuando todavía faltan más de dos meses para las elecciones vascas, el mensaje del PP respecto a que tras los comicios habrá un gobierno compartido con el PSE-PSOE se intensifica por momentos. También pretenden proponer al PSOE vigilar juntos la jornada electoral para sumar interventores y paliar la falta de representantes de uno u otro partido en determinadas zonas al objet...
El PSE realizará una campaña autónoma sin referencias al PP, ya que no quieren renunciar a ningún voto, incluso al de un sector de indecisos, un 13%, que dudan entre votar al PSE o al PNV, según una encuesta interna.
Cuando todavía faltan más de dos meses para las elecciones vascas, el mensaje del PP respecto a que tras los comicios habrá un gobierno compartido con el PSE-PSOE se intensifica por momentos. También pretenden proponer al PSOE vigilar juntos la jornada electoral para sumar interventores y paliar la falta de representantes de uno u otro partido en determinadas zonas al objeto de vigilar la limpieza del proceso democrático ante la más que posible coacción del entorno radical de ETA.
Esta última idea fue el detonante de que ayer en la reunión de la ejecutiva se tomara la decisión de parar inmediatamente 'la estrategia' del PP de crear un clima de unidad, que podría inducir a muchos electores a votar directamente al candidato popular, Jaime Mayor Oreja, en vez de al socialista, Nicolás Redondo Terreros.
'Si el PP tiene problemas para conseguir interventores, nosotros, que sí tenemos en todas las mesas, les facilitaremos las actas electorales', dijo ayer el secretario de organización del PSOE, José Blanco.
En los anteriores comicios, el PSOE también reconoció algunos problemas para proveer de interventores del partido en todas las mesas, pero aún así su situación es mucho más boyante que la del PP en cuanto a implantación de partido en Euskadi.
Blanco aseguró que su partido no ha hecho ningún pacto con el PP y que se dispone a hacer una campaña diferente, huyendo 'de rencores y revanchas', de enfrentamientos entre nacionalistas y no nacionalistas. Otros dirigentes socialistas afirman que el PP se equivoca en su estrategia de dar por descontado que habrá un gobierno conjunto, que en la práctica puede suponer 'un debilitamiento' de los socialistas y, por tanto, menos escaños a sumar.
Maleteros
'Si el PP nos considera tan favorablemente puede hacer una cosa: decir a sus electores que voten a nuestro candidato, Nicolás Redondo Terreros', apostilló Blanco.
Es verdad que se le acababa de recordar que el presidente del PNV, Xavier Arzalluz, había llamado a Redondo 'maletero de Mayor Oreja'. Blanco opinó que 'Arzalluz no debía manifestarse de esa manera cuando su partido ha sido tantas veces maletero de los que no condenan la violencia'.
En el PP, pese a que dan continuamente a entender su disposición a gobernar con el PSE, aceptan que esa imagen de colaboración ya consagrada no les beneficia. Quieren que el PSE sume el mayor número de escaños posibles para garantizarse una mayoría absoluta entre ambos, por lo que limitan la oferta de colaboración sobre los interventores a una mera cuestión de intendencia.
El PP, en las últimas elecciones autonómicas, tuvo muchos problemas para cubrir el cupo de los interventores y apoderados para estar en las más de 2.500 mesas electorales. En las generales del año pasado, ya movilizaron a más de 2.000 personas, aunque dejaron sin control directo el 50% de las mesas de Guipúzcoa.
El domingo, responsables de la dirección nacional del PP acudieron a Bilbao para reclamar de los coordinadores de zona que sondeen a todos los interventores y apoderados de las generales para reclamarles de nuevo su cooperación, sobre todo para vigilar el momento del escrutinio de los votos, las papeletas dudosas y las posibles irregularidades a reflejar en las actas para poder denunciar ante la Junta Electoral.