Los trabajadores de Sintel siguen sus protestas en Madrid y rechazan frontalmente a Carlos Gila como nuevo propietario

Parece un cámping, o un campo de refugiados en el centro de la civilización. El bulevar del paseo de la Castellana de Madrid, a la altura de Cuzco, está lleno de tiendas de campaña que se han convertido en el hogar de los trabajadores de Sintel. La antigua filial de Telefónica, vendida al grupo MasTec, controlado por la familia cubana anticastrista Mas Canosa, debe seis nóminas a la plantilla, está en suspensión de pagos y ha presentado expediente de rescisión de contrato para 1.200 de los 1.800 trabajadores de la plantilla. Ahora su administrador único, Carlos Gila, ha decididio comprar Sinte...

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Parece un cámping, o un campo de refugiados en el centro de la civilización. El bulevar del paseo de la Castellana de Madrid, a la altura de Cuzco, está lleno de tiendas de campaña que se han convertido en el hogar de los trabajadores de Sintel. La antigua filial de Telefónica, vendida al grupo MasTec, controlado por la familia cubana anticastrista Mas Canosa, debe seis nóminas a la plantilla, está en suspensión de pagos y ha presentado expediente de rescisión de contrato para 1.200 de los 1.800 trabajadores de la plantilla. Ahora su administrador único, Carlos Gila, ha decididio comprar Sintel por dos euros, lo que ha sido rechazado frontalmente por los sindicatos. Los trabajadores, que han calificado de 'opaca' la venta de Sintel a MasTec por parte de Telefónica, creen que Gila es un testaferro de la compañía, aspecto que ésta niega rotundamente. Según han pasado los días la protesta ha crecido y esta semana se han manifestado en Madrid entre 15.000 y 20.000 personas, según los sindicatos.

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