Lleida reta al Gobierno por el trazado del AVE

Fomento obvia la paralización de las obras

El alcalde de Lleida, el socialista Antoni Siurana, ha empeñado su palabra de que el AVE no llegará a la capital del Segrià hasta que responsables del Ministerio de Fomento accedan a negociar algunos cambios en el proyecto original del trazado del tren de alta velocidad que discurre por el casco urbano. El alcalde no está dispuesto a permitir que la infraestructura ferroviaria se convierta en una barrera artificial que divida en dos la ciudad.

Primero, ante el silencio administrativo, Siurana amenazó con colocarse personalmente en medio de las vías y el pasado 17 de diciembre dictó un d...

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El alcalde de Lleida, el socialista Antoni Siurana, ha empeñado su palabra de que el AVE no llegará a la capital del Segrià hasta que responsables del Ministerio de Fomento accedan a negociar algunos cambios en el proyecto original del trazado del tren de alta velocidad que discurre por el casco urbano. El alcalde no está dispuesto a permitir que la infraestructura ferroviaria se convierta en una barrera artificial que divida en dos la ciudad.

Primero, ante el silencio administrativo, Siurana amenazó con colocarse personalmente en medio de las vías y el pasado 17 de diciembre dictó un decreto que ordenaba paralizar las obras.

El particular pulso entre el alcalde de Lleida y Fomento comenzó hace seis meses, cuando todos los grupos políticos del consistorio aprobaron por unanimidad una moción en la que se instaba al organismo público Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), adscrito a Fomento, a asumir modificaciones significativas en el tramo urbano del AVE. Como no hubo respuesta a la petición ni atisbo de diálogo, el alcalde replicó con un decreto que hasta la fecha no ha tenido ninguna consecuencia, puesto que el GIF ha continuado las obras.

El conflicto institucional ha subido de tono en los últimos, días debido básicamente a las malas relaciones entre Siurana y su único interlocutor ante Fomento, el diputado del PP por Lleida José Ignacio Llorens. El Ayuntamiento ha anunciado que, una vez desestimadas las alegaciones presentadas por el GIF, acudirá a los tribunales para hacer efectiva la paralización. Si el juez acepta el recurso municipal, al demostrarse que el proyecto infringe aspectos del Plan General Municipal (PGM), las obras se paralizarán, con lo que difícilmente podría cumplirse el calendario que prevé la llegada del AVE a Lleida en 2002 y a Barcelona dos años más tarde.

El GIF sólo ha roto el silencio para argüir que Siurana 'no tiene potestad ni competencia' para detener unas obras declaradas de interés general y, por tanto, no está obligado a acatar un decreto que consideran ilegal. 'Un decreto nunca puede ser ilegal', ironizó el alcalde.

El organismo público ha mantenido los trabajos en el término municipal de Lleida porque considera que las obras de los accesos a la ciudad se realizan en paralelo a la línea actual y sólo afectan a terrenos de Renfe, por lo que no entiende ni la postura de Siurana ni sus críticas referidas a un supuesto incumplimiento de la normativa urbanística.

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Tres tramos soterrados

El GIF indica que las obras cumplen todos los trámites administrativos y que el consistorio no presentó alegaciones en la fase exposición pública. El consistorio reclama, entre otras mejoras, el soterramiento de la línea férrea en tres tramos urbanos: entre el camino de Vallcalent y la avenida del Onze de Setembre, entre la calle de los Comtes d'Urgell y la actual estación, y entre los barrios periféricos de La Bordeta y Els Magraners. Además exige a Fomento la construcción de varios puentes y pasarelas para conectar mejor ambos lados de la vía y la reforma de la estación de Renfe.

Sin embargo, la actuación que se considera prioritaria es la prolongación del viaducto sobre el río Segre en lugar de la construcción de un gran talud en la circunvalación de 13 kilómetros de longitud, al sur de la ciudad, por el que circularán los trenes de viajeros o mercancías que vayan directos de Madrid a Barcelona. La finalidad de esta obra es evitar que la vía férrea parta por la mitad la huerta de Rufea, donde Siurana pretende que se reserven terrenos para construir en el futuro una segunda estación para el AVE. Pero Fomento no está dispuesto a asumir la mayoría de estas petición.

El alcalde de Lleida no está sólo en sus planteamientos. Comerciantes, empresarios, representantes políticos -excepto del PP-, sindicatos, entidades cívicas y culturales, e instituciones leridanas han salido en apoyo de la corporación municipal, y la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) ha convocado para el 9 de febrero la primera de las acciones de protesta previstas.

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