PHILIPPINE INQUIRER | REVISTA DE PRENSA

Nunca más

(...) La presidenta Macapagal ha rechazado una amnistía total para Estrada y ha dicho que permitirá que la justicia siga su curso. (...) Algunos sectores dicen que no se debería hacer leña del árbol caído. Pero no es el caso. Se trata de obtener justicia para 75 millones de filipinos contra el presidente depuesto, acusado de haber aceptado sobornos, de corrupción y robo, de haber traicionado la confianza pública y de haber violado la Constitución. Nadie está por encima de la ley, y menos un ex presidente que utilizó su cargo para cometer graves crímenes contra su pueblo.

La prioridad ah...

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(...) La presidenta Macapagal ha rechazado una amnistía total para Estrada y ha dicho que permitirá que la justicia siga su curso. (...) Algunos sectores dicen que no se debería hacer leña del árbol caído. Pero no es el caso. Se trata de obtener justicia para 75 millones de filipinos contra el presidente depuesto, acusado de haber aceptado sobornos, de corrupción y robo, de haber traicionado la confianza pública y de haber violado la Constitución. Nadie está por encima de la ley, y menos un ex presidente que utilizó su cargo para cometer graves crímenes contra su pueblo.

La prioridad ahora es presentar los cargos criminales y ordenar el arresto inmediato de Estrada por crímenes contra su pueblo. El ex presidente ha dicho que no va a abandonar el país. Ha mentido muchas veces antes y puede mentir de nuevo. (...)

La presidenta Macapagal dijo que había llegado el momento de la reconciliación para unificar una nación destrozada. Estamos de acuerdo. (...) Algunos pueden decir que el castigo a Estrada y compañía puede tratarse de un caso de venganza, (...) pero no es venganza, es justicia. (...)

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Es de sentido común que se pida el castigo de un presidente que se suponía que protegía a su pueblo y cuidaba de su bienestar e intereses, pero que en cambio violaba sus derechos y convirtió la presidencia en una máquina personal de hacer dinero. (...) Dejamos que Marcos se fuera sin castigo en 1986. (...) No debemos permitir que suceda lo mismo. Nunca más.

Manila, 23 de enero

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