FÚTBOL | 19ª jornada de Liga

Sin Djalminha no hubo media punta

La ausencia de Djalminha en el once de Javier Irureta dejó al Deportivo sin dos cosas inherentes al brasileño: la magia y la polémica, que van unidas, y la figura del media punta. La alineación deportivista hacía presagiar lo que vino después, un juego directo sin reparar en las labores de creación y que buscaba con excesiva verticalidad la velocidad de los puntas.

El técnico no optó por darle la batuta arrogante de Djalminha al tímido, pero sin duda virtuoso, Valerón, que se pasó todo el partido calentando en la banda. Quizá por lo excesivo del calentamiento, no aportó nada cuan...

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La ausencia de Djalminha en el once de Javier Irureta dejó al Deportivo sin dos cosas inherentes al brasileño: la magia y la polémica, que van unidas, y la figura del media punta. La alineación deportivista hacía presagiar lo que vino después, un juego directo sin reparar en las labores de creación y que buscaba con excesiva verticalidad la velocidad de los puntas.

El técnico no optó por darle la batuta arrogante de Djalminha al tímido, pero sin duda virtuoso, Valerón, que se pasó todo el partido calentando en la banda. Quizá por lo excesivo del calentamiento, no aportó nada cuando entró en el campo en la segunda mitad, ya que los dos goles de Scaloni llegaron en acciones aisladas sin elaboración previa.

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En lugar de apostar por la creatividad, Irureta desterró a Valerón y dejó huérfano a Fran en la banda, sin nadie con quien asociarse y hacer de las suyas. En lugar de esto, le puso un compañero de carreras a Makaay. Fue Pandiani, que no tuvo su día y anduvo perdido.

Si Djalminha tuviera otro talante, no sería protagonista de tanta polémica, pero posiblemente no sería Djalminha. Ayer no estuvo en La Rosaleda y su entrenador no quiso que otro desempeñara sus funciones. A Javier Irureta sólo le avaló el resultado, no el juego.

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