El Gobierno culpa al juez de la devolución del niño de El Royo

El pequeño volvió el martes a un orfanato

'Lo ocurrido me produce gran tristeza porque el niño no ha sido el interés primordial del asunto', afirmó ayer Dancausa, en referencia al viaje de ida y vuelta de Diego desde el centro de acogida de menores de Los Charros, en Salamanca, donde fue ingresado por la Junta de Castilla y León al poco de nacer, y al que ha vuelto 19 meses después. Ha habido 'falta de valoración por parte del juez', manifestó la responsable de Asuntos Sociales. 'Ésta es la peor situación para el niño', declaró Dancausa, quien recordó que para los menores es muy importante crecer en un ambiente estable.

Estabil...

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'Lo ocurrido me produce gran tristeza porque el niño no ha sido el interés primordial del asunto', afirmó ayer Dancausa, en referencia al viaje de ida y vuelta de Diego desde el centro de acogida de menores de Los Charros, en Salamanca, donde fue ingresado por la Junta de Castilla y León al poco de nacer, y al que ha vuelto 19 meses después. Ha habido 'falta de valoración por parte del juez', manifestó la responsable de Asuntos Sociales. 'Ésta es la peor situación para el niño', declaró Dancausa, quien recordó que para los menores es muy importante crecer en un ambiente estable.

Estabilidad es, precisamente, de lo que no ha disfrutado Diego. El pequeño ingresó al poco de nacer ante la imposibilidad de su madre, Margarita Bernal, que padece un trastorno mental bipolar, de cuidarlo. Salió con cinco meses del orfanato para ser acogido, en régimen de preadopción, por Raquel Gómez y Carlos de Francisco, un matrimonio del pueblo soriano de El Royo. Con ellos vivió 16 meses. Pero la madre biológica recurrió la medida, y el Juzgado número 6 de Salamanca determinó que sería beneficioso para el estado mental de Margarita que ésta estuviera más cerca de su hijo. Con este fin, y a pesar de la oposición de los padres preadoptivos, el juez concedió la custodia a María Antonia Bernal, tía del pequeño.

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Con ella vivió menos de tres meses. La tía, agobiada por las presiones de la madre, quien no respetó el horario establecido por el juez para que Margarita estuviera con Diego, renunció el pasado martes a su custodia, y el niño volvió a ser ingresado en un centro de acogida. María Antonia Bernal había llegado a acudir al menos en un par de ocasiones a agentes de policía para que pusieran fin a la duración de las visitas, que había sido establecida en hora y media diaria por el juez.

Fuentes del juzgado de Salamanca responsable del caso se limitaron ayer a afirmar que estudiarán la nueva situación planteada. Por su parte, el centro de menores Los Charros tampoco facilitó información alguna sobre el estado de Diego. Su madre biológica, quien ya lo ha visitado en varias ocasiones, declaró ayer a Efe que el pequeño 'se encuentra bien' y 'que juega con los otros niños'.