El conflicto laboral de la empresa de automoción Delphi pone en peligro su continuidad

El futuro de la empresa del sector de la automoción Delphi, con sede en Sant Cugat, peligra, según la directiva de la compañía. Con la autorización de la Generalitat para llevar adelante el expediente de regulación de empleo contra 788 trabajadores, el pasado martes llegó también la incertidumbre sobre la continuidad de esta factoría, que desde hace un año tiene congeladas inversiones de la multinacional por un valor de 20.000 millones de pesetas por el conflicto laboral. Tras la asamblea de trabajadores de ayer, la directiva ve un poco menos negro el futuro.

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El futuro de la empresa del sector de la automoción Delphi, con sede en Sant Cugat, peligra, según la directiva de la compañía. Con la autorización de la Generalitat para llevar adelante el expediente de regulación de empleo contra 788 trabajadores, el pasado martes llegó también la incertidumbre sobre la continuidad de esta factoría, que desde hace un año tiene congeladas inversiones de la multinacional por un valor de 20.000 millones de pesetas por el conflicto laboral. Tras la asamblea de trabajadores de ayer, la directiva ve un poco menos negro el futuro.

El responsable de recursos humanos apuntó ayer que la propuesta de CC OO y UGT de recuperar el preacuerdo de convenio consensuado con la dirección el año pasado 'podría ser el primer paso para salir de esta situación y evitar el despido de 788 empleados'.

Con este fin, los sindicatos CC OO y UGT, que juntos tienen mayoría en el comité de empresa, solicitaron ayer en la asamblea a los trabajadores que el martes que viene voten a favor de esta propuesta en el referéndum que se ha convocado. Pero no será una tarea fácil, porque el tercer sindicato con representación en la empresa y el que cuenta con el apoyo de la mayoría de la plantilla, el Comité Obrero Popular (COP), se ha desmarcado de esta iniciativa y asegura que se trata sólo de un chantaje para que los trabajadores, entre la disyuntiva de aceptar el preacuerdo o quedarse sin empleo, acepten la primera opción.

Precisamente el portavoz del COP, Lluís Prieto, ha explicado que esta propuesta de los otros dos sindicatos es una maniobra política que apoyan 'la dirección de la empresa, los sindicatos CC OO y UGT, y la Generalitat de Cataluña'.

Durante la asamblea de trabajadores de ayer, representantes del COP criticaron reiteradamente a la Generalitat por aprobar el expediente de regulación de empleo. Por su parte, el abogado portavoz de este sindicato afirmó: 'Es una aberración que se autorice el despido de casi 800 empleados para garantizar la viabilidad de la empresa'. En la línea de desvincularse de la estrategia de los otros dos sindicatos, el COP ha convocado una concentración para esta mañana en Barcelona y entregará a la Generalitat un manifiesto contra el expediente de regulación, que según esta agrupación ha firmado más de la mitad de la plantilla de Delphi.

En la asamblea de ayer, que duró más de tres horas, hubo momentos de tensión e incluso se produjeron algunas discusiones acaloradas en las que se llegó a las manos, pero sin que se produjeran heridos. El incidente más destacado fue el caso de un joven que sufrió una crisis nerviosa y fue trasladado en ambulancia a un centro sanitario para ser atendido.

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Ambiente crispado

En Delphi se respira la crispación en el ambiente desde que el martes la Generalitat autorizó el expediente de regulación contra 788 empleados. Precisamente el sindicato CC OO denunció también en la asamblea que un trabajador de UGT fue agredido verbal y físicamente ayer por la mañana por otros compañeros cuando acudió en coche a la factoría, aunque la central sindical no ha querido facilitar su identidad.

El conflicto laboral de Delphi empezó hace ya más de un año, cuando se inició la negociación del convenio laboral para los próximos tres, que incluía cambios significativos en el sistema de trabajo, consistentes básicamente en que se pasaba de cinco a seis días productivos y se establecía la obligatoriedad de trabajar un sábado al mes. Este cambio se planteaba porque estaba previsto que en 2001 la factoría pasara de producir bombas de inyección para motores Diesel a fabricar un nuevo sistema de bombas para automóviles y era necesario aumentar la producción. La modificación no comportaba aumento del número de horas laborales y el sábado trabajado se compensaba económicamente. Con estas premisas, los sindicatos CC OO y UGT llegaron a un acuerdo con la dirección sobre un preconvenio laboral el pasado mes de octubre, pero el 66% de los empleados lo rechazó en un referéndum que se realizó a principios de noviembre.

Una semana después la dirección presentaba el expediente de regulación por necesidades de organización y no por dificultades económicas.

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