PP y PSE ofrecerán al PNV después de las elecciones un pacto contra ETA en Euskadi

El líder del PSE pretende que el pacto contra ETA que se suscriba en Euskadi sea la materialización de la unidad de los partidos democráticos de aquella comunidad contra la banda terrorista. El pacto a la vasca sería la otra pata del pacto de Estado firmado por el PP y el PSOE, pero tendría otras connotaciones, apunta Redondo Terreros. Si el actual pacto de Estado centra su principal objetivo en el combate operativo contra ETA, el pacto vasco tendría un carácter predominante de acción política contra la banda terrorista en Euskadi y recogería también las aportaciones del PNV una vez que éste h...

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El líder del PSE pretende que el pacto contra ETA que se suscriba en Euskadi sea la materialización de la unidad de los partidos democráticos de aquella comunidad contra la banda terrorista. El pacto a la vasca sería la otra pata del pacto de Estado firmado por el PP y el PSOE, pero tendría otras connotaciones, apunta Redondo Terreros. Si el actual pacto de Estado centra su principal objetivo en el combate operativo contra ETA, el pacto vasco tendría un carácter predominante de acción política contra la banda terrorista en Euskadi y recogería también las aportaciones del PNV una vez que éste hubiera abandonado el Pacto de Lizarra.

El pacto a la vasca desarrollaría aspectos enunciados meramente en el pacto de Estado referentes a la situación política en Euskadi y que los socialistas consideran elementos clave para afrontar el reto terrorista desde Euskadi. Así, el ex vicelehendakari socialista Ramón Jáuregui cita, entre ellos, la política penitenciaria, la reinserción social, la delincuencia juvenil, la educación y el tratamiento que debe darse a Herri Batasuna (HB).

Tanto Redondo como Jáuregui ven imposible que antes de las elecciones autonómicas pueda proponerse este pacto a los partidos democráticos vascos, dada la actitud de la dirección del PNV. Apuntan que las posiciones reflejadas públicamente por su presidente, Xabier Arzalluz, están en las antípodas de un pacto contra el terrorismo. Su última expresión la ofreció el jueves, al día siguiente de su reunión con el ex ministro socialista del Interior José Luis Corcuera y su ex número dos, Rafael Vera, en la que Arzalluz señaló que la paz en Euskadi tiene un precio político y que ETA es la expresión de un problema político.

Las elecciones vascas

Las posiciones del PNV sólo variarán en función de los resultados electorales, insiste Redondo. Sólo si el PNV pierde las elecciones vascas o no logra formar una mayoría se verá obligado, argumenta, a aceptar un pacto antiterrorista que requiera como mínimo que la paz en Euskadi no tiene un precio político.

El líder del PSE advierte asimismo de que la rúbrica de un pacto antiterrorista a la vasca es condición indispensable para que los socialistas participen de un Gobierno en Euskadi. No se repetirá en esta ocasión la historia de 1987, cuando el PSE participó en un Gobierno con el PNV sin que ambas formaciones se planteasen firmar un pacto antiterrorista. Tuvo que pasar un año para que surgiera, en 1988, el Acuerdo de Ajuria Enea.

Sí hubo entonces un gesto por parte de Arzalluz, casi a la par de la formación del Gobierno con el PSE. El líder del PNV hizo pública, en un discurso del Teatro Arriaga de Bilbao, una autocrítica de su partido al defender la pluralidad de Euskadi. Fue un gesto que facilitaba aquella formación del Gobierno vasco. 'Si ahora no hay otro gesto en el PNV y no hay pacto contra ETA, Euskadi está condenada a otros cuatro años de enfrentamiento entre nacionalistas y no nacionalistas', coinciden Redondo y Jáuregui.

Y los socialistas dudan mucho de que un PNV con aquella capacidad de autocrítica pueda estar dirigido por Arzalluz, al que en este momento contemplan aislado. A ello atribuyen su iniciativa de reunirse con Corcuera y Vera. Creen, por tanto, que hasta la celebración de las elecciones vascas no tendría sentido formalizar su propuesta de pacto a la vasca. Hasta entonces intentarán fortalecer el pacto de Estado firmado por Aznar y Rodríguez Zapatero.

Esta misma semana, el miércoles, se celebrará una reunión entre la Comisión de Seguimiento del Pacto PP-PSOE con la patronal CEOE, que hará público su apoyo al acuerdo por la Libertad, 15 días después de haberlo suscrito los dos principales sindicatos del país, UGT y Comisiones Obreras. También se materializará la adhesión de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

Antes Rodríguez Zapatero se entrevistará, mañana, con el coordinador de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares. En este encuentro se abordará el pacto contra ETA.

Los primeros frutos del pacto de Estado, a sólo tres semanas de su suscripción, se centran, a juicio de los socialistas, en haber creado un clima político distendido con el PP para afrontar el reto del terrorismo, con la consiguiente repercusión positiva en la opinión pública.

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