Renfe sustituirá los jefes de estación por personal itinerante desde 2001

La compañía Renfe planea suprimir decenas de jefes de estación fijos y sustituirlos por personal itinerante en aquellas paradas de trenes donde el tráfico sea escaso. Estos planes ya han sido trasladados a los sindicatos con los que se negocia la creación de nuevos puestos de trabajo de carácter móvil, dotados de teléfono celular y automóvil para el desplazamiento a las estaciones. El control de tráfico se realizará por control telemático. Renfe pretende aplicar la nueva organización laboral a partir del segundo semestre del año próximo.

La melancólica imagen del hombre ataviado de oscu...

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La compañía Renfe planea suprimir decenas de jefes de estación fijos y sustituirlos por personal itinerante en aquellas paradas de trenes donde el tráfico sea escaso. Estos planes ya han sido trasladados a los sindicatos con los que se negocia la creación de nuevos puestos de trabajo de carácter móvil, dotados de teléfono celular y automóvil para el desplazamiento a las estaciones. El control de tráfico se realizará por control telemático. Renfe pretende aplicar la nueva organización laboral a partir del segundo semestre del año próximo.

La melancólica imagen del hombre ataviado de oscuro con una gorra roja, un silbato y un banderín verde o rojo está en vías de desaparecer de los andenes. La tecnología manda. Los jefes de estación que reciben y despiden a los trenes dejan de ser necesarios. Renfe negocia con los sindicatos la supresión de esta figura en las estaciones donde el bajo índice de circulación de trenes no requiere su presencia. La sustitución de los sistemas mecánicos del cambio de agujas por nuevas tecnologías de control de tráfico centralizado a distancia (CTC) también los hace prescindibles. A partir del segundo semestre del año 2001, las pequeñas estaciones y apeaderos serán atendidos por ferroviarios itinerantes dotados con automóviles y teléfonos móviles.Es una pérdida más de los míticos recuerdos asociados al ferrocarril. Las locomotoras imponentes que resoplaban un vapor envolvente fueron las primeras en pasar a la historia. Pasaron al olvido también sus cinematográficos maquinistas con el rostro embadurnado de carbón. Ahora les toca el turno a los jefes de estación.

Renfe anticipó su proyecto a los sindicatos el pasado 14 de noviembre. El área encargada de la circulación de trenes les facilitó un documento en el que resumía los motivos del cambio: "La explotación ferroviaria ha experimentado cambios de suma importancia por la frecuente incorporación de tecnología que no requiere la presencia física de trabajadores en las estaciones para realizar tareas relacionadas directamente con la regulación de tráfico; (...) al objeto de conseguir la adaptación de los recursos humanos a las necesidades actuales y futuras de la explotación, se considera necesaria la implantación de un modelo organizativo de personal operativo de las estaciones (...) itinerante; (...) para lo que es necesario que cuenten con vehículo propio asegurado a todo riesgo". "Cuando convenga se dotará de un teléfono móvil para la comunicación con el puesto de mando y de algún medio para su localización cuando se encuentre fuera de su jornada".

Vigilancia de estaciones

Si hay acuerdo en la creación de la nueva figura laboral "itinerante" y su retribución, los jefes clásicos de estaciones donde la frecuencia de las paradas de trenes es muy baja desaparecerán, para ser sustituidos por ferroviarios itinerantes. En líneas donde coincidan tres o cuatro estaciones de este tipo alineadas serán atendidas por un factor de circulación y su ayudante ferroviario, que vivirán en cualquiera de los municipios próximos. En lugar de repartirse los turnos y ocupar día y noche las instalaciones de la estación (incluida la vivienda), estas dos personas o el número que se determine en función de la carga de trabajo, recorrerán en automóvil las estaciones para vigilar su mantenimiento.El control de las agujas estará automatizado y el del tráfico también. Los billetes los expenderán máquinas. Ya no hará falta la presencia del jefe de estación. Los viajeros que no hayan adquirido el billete podrán hacerlo al interventor de a bordo. Llegado el momento de partir, el maquinista cerrará automáticamente las puertas del tren y tras una mirada por el retrovisor para cerciorarse de que todos los viajeros han subido al tren, reanudará el viaje, siempre que reciba luz verde de unos semáforos controlados telemáticamente desde un puesto de mando.

Renfe asegura desconocer cuántas de sus 1.739 estaciones operativas se verán afectadas por este plan a implantar en el periodo 2001-2004. Un portavoz adelanta que es precipitado anticipar cifras, porque dependerá del ritmo de inversiones en la colocación de los sistemas automáticos de control de circulación (CTC) y minimiza su impacto a los apeaderos. En el ámbito laboral influirá en la reconversión de más de 4.000 empleos asignados a la Unidad de Circulación, según Antonio Toscano, portavoz de CC OO y factor de la compañía en Mérida (Badajoz).

Los sindicatos están predispuestos a aceptar el cambio con tal de que se mantengan los puestos de trabajo. Asumen la implantación de las tecnologías. "El ferrocarril español es el más eficiente de Europa", recalca Santos Núñez del Campo, ex responsable de la Federación de Comunicación y Transporte de Comisiones Obreras. Hasta ahora han mantenido dos reuniones con la compañía y, aunque apenas se ha avanzado en las negociaciones, disponen de más de medio año para alcanzar acuerdos.

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