Cartas al director

Mala educación

A veces una no puede evitar sentir vergüenza ajena ante hechos como el que relato a continuación.El otro día, durante el concierto ofrecido por la Orquesta y Coro de la RTVE, en esta ocasión bajo la batuta de Jesús López Cobos, y aprovechando una corta pausa tras la primera sección del oratorio El Mesías, de Haendel, se permitió la entrada a los inevitables rezagados para que ocuparan sus asientos. Ello supuso que la solista que estaba a punto de iniciar su intervención tuviera que aguardar en pie a que finalizara la operación, así como hacer esperar largos minutos a director, cantantes...

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A veces una no puede evitar sentir vergüenza ajena ante hechos como el que relato a continuación.El otro día, durante el concierto ofrecido por la Orquesta y Coro de la RTVE, en esta ocasión bajo la batuta de Jesús López Cobos, y aprovechando una corta pausa tras la primera sección del oratorio El Mesías, de Haendel, se permitió la entrada a los inevitables rezagados para que ocuparan sus asientos. Ello supuso que la solista que estaba a punto de iniciar su intervención tuviera que aguardar en pie a que finalizara la operación, así como hacer esperar largos minutos a director, cantantes y orquesta, amén de al resto del público asistente, la posibilidad de reanudar el concierto.

Esta costumbre, tan arraigada en nuestro país -tal vez porque hay quienes todavía creen que llegar tarde a todas partes es de "buen tono", cuando en realidad sólo es un síntoma de mala educación y de falta de respeto hacia el prójimo-, no sucede en ninguna sala de conciertos del mundo, algo que el profesor López Cobos hizo bien patente con su gesto de disgusto.

Pero, por supuesto, España siempre es diferente...- Pilar Sans. El Escorial.

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