Violencia de género

Decenas de asesinatos al año. Pasividad e incluso complicidad de una parte de la ciudadanía. Mera declaración de intenciones por parte de las administraciones públicas, sin un compromiso real. Incumplimiento de los compromisos electorales y de los adquiridos en declaraciones públicas. Sentencias suaves por parte de los jueces. Condenas fuertes ante la defensa de la propia vida. Vidas llenas de humillaciones, vejaciones, amenazas y torturas...Estamos hablando del terrorismo doméstico. La solución a la violencia hacia las mujeres, no privada ni sólo doméstica, sino social y política, requiere me...

Decenas de asesinatos al año. Pasividad e incluso complicidad de una parte de la ciudadanía. Mera declaración de intenciones por parte de las administraciones públicas, sin un compromiso real. Incumplimiento de los compromisos electorales y de los adquiridos en declaraciones públicas. Sentencias suaves por parte de los jueces. Condenas fuertes ante la defensa de la propia vida. Vidas llenas de humillaciones, vejaciones, amenazas y torturas...Estamos hablando del terrorismo doméstico. La solución a la violencia hacia las mujeres, no privada ni sólo doméstica, sino social y política, requiere medidas preventivas, soluciones concretas para cada caso, y planteamientos globales.

A los enseñantes nos exigen educar en valores: respeto a la diversidad, educación para la igualdad..., pero en las programaciones de las cadenas públicas los adolescentes ven 13.000 asesinatos al año. La publicidad, modernísima en sus recursos técnicos, reitera hasta la saciedad los estereotipos de género más obsoletos, caducos y tristes. Las actuaciones judiciales, incluso en los casos de violencia reiterada, son dispersas e insuficientes. Los medios de comunicación, si bien en los últimos años han contribuido a visibilizar la violencia de género, hacen un tratamiento, cuantitativa y cualitativamente diferente al que hacen ante otras violencias.

No queremos más declaraciones públicas hueras, ni guiños electoralistas. Exigimos soluciones para que los derechos humanos sean también derechos de las mujeres.- Laura Villafuerte. Sevilla.