Cantabria recuerda al ex rector de la Menéndez Pelayo
Cantabria acogió ayer con gran emoción e indignación generalizada la noticia del asesinato de Ernest Lluch en Barcelona. No en vano, éste había sido entre 1989 y 1995 rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), pionera entre las españolas que celebran cursos de verano. La reacción ante el crimen fue especialmente sentida entre los políticos y los universitarios. El claustro de la Universidad de Cantabria y millares de alumnos se concentraron a mediodía en el campus en señal de duelo. Ayer, el rector de la UIMP, José Luis García Delgado, destacó la "avidez extraordinaria de c...
Cantabria acogió ayer con gran emoción e indignación generalizada la noticia del asesinato de Ernest Lluch en Barcelona. No en vano, éste había sido entre 1989 y 1995 rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), pionera entre las españolas que celebran cursos de verano. La reacción ante el crimen fue especialmente sentida entre los políticos y los universitarios. El claustro de la Universidad de Cantabria y millares de alumnos se concentraron a mediodía en el campus en señal de duelo. Ayer, el rector de la UIMP, José Luis García Delgado, destacó la "avidez extraordinaria de conocimientos" de su antecesor en el cargo. "De todos mis colegas universitarios él fue el que más esfuerzo dedicó a comprender el problema" del País Vasco.El alcalde de Santander, Gonzalo Piñeiro, propondrá hoy a la corporación local en ceremonia que tendrá lugar en el palacio de la Magdalena, sede de la universidad, que uno de sus salones lleve el nombre del rector desaparecido.
Por su parte, el presidente del Gobierno autónomo, José Joaquín Martínez Sieso, declaró ayer: "La sociedad de Cantabria siempre estará en deuda con la memoria de Ernest Lluch como gran impulsor de la universidad y la imagen de nuestra tierra como región de arte y cultura y como promotor que fue de un espíritu de diálogo y entendimiento entre las instituciones universitarias y las autoridades locales".
Lluch estuvo por última vez en Santander la pasada primavera y recibió un homenaje de reconocimiento a su tarea en la promoción de la arquitectura como bien cultural. Durante los años que ejerció la Rectoría de la Menéndez Pelayo creó la Bienal de Comillas y el taller de arquitectura.
Por entonces el Ayuntamiento de Santander, propietario de la finca, y el Ministerio de Cultura firmaron un convenio para rehabilitar el palacio de la Magdalena. Se invirtieron 4.000 millones de pesetas en unas obras que se prolongaron dos años hasta su finalización en 1995. La superficie destinada a aulas creció en 400 metros cuadrados y el Paraninfo puede albergar ahora a 400 personas.