La empresa textil Puigneró busca financiación para superar sus problemas de liquidez

La textil Hilados y Tejidos Puigneró ultima la elaboración de un plan de viabilidad para intentar enderezar su rumbo tras la suspensión de pagos presentada el pasado 9 de noviembre en el juzgado número 4 de Vic (Osona) y que ha sido aceptada a trámite. La empresa ha anunciado la búsqueda de nuevas fuentes de financiación para superar los problemas de liquidez que le permitan "la normalización de la producción". La dirección afirma que cuenta con unos pedidos por valor de 4.500 millones de pesetas para continuar con la producción durante los próximos tres meses.

La empresa ha anunciado m...

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La textil Hilados y Tejidos Puigneró ultima la elaboración de un plan de viabilidad para intentar enderezar su rumbo tras la suspensión de pagos presentada el pasado 9 de noviembre en el juzgado número 4 de Vic (Osona) y que ha sido aceptada a trámite. La empresa ha anunciado la búsqueda de nuevas fuentes de financiación para superar los problemas de liquidez que le permitan "la normalización de la producción". La dirección afirma que cuenta con unos pedidos por valor de 4.500 millones de pesetas para continuar con la producción durante los próximos tres meses.

La empresa ha anunciado medidas como el cierre de las líneas de producción menos rentables.También quiere reducir entre 300 y 400 puestos de trabajo. Según un comunicado difundido ayer, 10 días después de conocerse la suspensión de pagos, con una deuda de 24.446 millones de pesetas, el consejo de dirección de Puigneró trabaja para garantizar la continuidad de la empresa mediante la elaboración de un plan de viabilidad elaborado por el nuevo director general, Pere Puntí.Pero lo que mantiene en vilo a los trabajadores es el impago de los salarios y el anuncio de un expediente para eliminar empleo. Los despidos se llevarán a cabo, según Puntí, de forma conjunta con los sindicatos y del modo menos traumático posible. La plantilla actual ronda las 1.600 personas. Puigneró debe 20.000 millones de pesetas a Hacienda y Seguridad Social; 3.700 millones a proveedores y 67 millones a los empleados en concepto de salarios impagados.

El nuevo director general ha pedido a las administraciones un esfuerzo para renegociar la deuda. Tras suspender pagos, se puede afrontar un posible perdón de parte de la deuda contraída contra la administración. Con los proveedores, Puntí cree que no habrá problemas para llegar a un acuerdo sobre el pago de las cantidades adeudadas.

El cierre de las líneas de producción con menos rentabililidad y valor y la aplicación de una política de nuevos precios adaptados a la realidad del mercado, son las primeras medidas que ha tomado la dirección para reflotar la empresa. La sección de hilatura va a ser la más afectada por la refundación de la empresa, ya que Puigneró no puede competir con las importaciones de hilo barato de Asia.

Salir adelante

La empresa ha vivido otros periodos de reajuste de plantilla que ha superado en estos últimos años. Tan sólo cinco años atrás, el grupo contaba con 2.231 trabajadores. Puntí se ha mostrado convencido de que la empresa saldrá adelante. Esta afirmación es posible, según el director general, porque "Puigneró cuenta con la confianza de sus principales clientes y con una cartera de pedidos por un importe de 4.500 millones de pesetas para los próximos tres meses".

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Para conseguir su objetivo, el consejo de dirección de Hilados y Tejidos Puigneró ha anunciado que no "ahorrará esfuerzos para remontar la actual crisis". Cree que con la ayuda de los trabajadores, proveedores, instituciones financieras públicas y privadas y administraciones públicas podrá salir una nueva empresa rentable.

Mientras tanto, la situación de los trabajadores empeora cada hora que pasa. Unos 400 empleados salieron a la calle el pasado sábado para reclamar que se les paguen los sueldos atrasados.

Las cuentas corrientes de los trabajadores siguen sin recibir las pagas de las dos últimas semanas de octubre y, mucho menos, los atrasos de la paga de agosto y septiembre.

Algunos dicen estar "hartos de tragar con los engaños de Puigneró" y reclaman soluciones. De hecho, la manifestación del sábado fue, según el secretario general de Comisiones Obreras, Climent Pujol, una "forma de actuar organizadamente para evitar que la gente actúe por su cuenta y cometa algún disparate porque la situación en el centro de Roda de Ter es insostenible".

La fábrica de Sant Bartomeu acogerá mañana la primera reunión entre la dirección de la empresa y los delegados de los trabajadores desde que empezó la crisis. Los sindicatos van a exigir a la empresa una negociación seria a partir de unos documentos que aporten información clara y detallada del plan de viabilidad que quiere aplicar la firma.

Los comités de los tres centros de Puigneró se reunirán también, mañana, con los diputados de Iniciativa per Catalunya-Verds, José Luis López Bulla y Bet Font. Los parlamentarios de la formación ecosocialista quieren tener información de primera mano para emprender posibles iniciativas parlamentarias.

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