Elecciones en EE UU

Como bien sabía El Gallo, hay gente pa tó. El 10 de noviembre, el señor Oviedo nos descubre en las páginas de EL PAÍS (La conquista de la Florida) que, si Bush llega a ganar las elecciones en Florida y, por tanto, a convertirse en el próximo presidente de Estados Unidos, se lo deberá a la comunidad cubana del sur del Estado y no a los votos de sus seguidores en el resto. Es dar un protagonismo desmedido a quien no lo tiene. La comunidad cubana de Florida puede tener algunos representantes impresentables y muchos de sus miembros todavía no se han enterado del fin de la guerra fría...

Como bien sabía El Gallo, hay gente pa tó. El 10 de noviembre, el señor Oviedo nos descubre en las páginas de EL PAÍS (La conquista de la Florida) que, si Bush llega a ganar las elecciones en Florida y, por tanto, a convertirse en el próximo presidente de Estados Unidos, se lo deberá a la comunidad cubana del sur del Estado y no a los votos de sus seguidores en el resto. Es dar un protagonismo desmedido a quien no lo tiene. La comunidad cubana de Florida puede tener algunos representantes impresentables y muchos de sus miembros todavía no se han enterado del fin de la guerra fría, pero no habla con una sola voz ni puede ser estigmatizada en conjunto. Puestos a buscar culpables de que, si llega a ser así, Al Gore pierda los votos de ese Estado y la elección presidencial, a lo mejor habría que buscarlos en otros intransigentes. Si Ralph Nader, tras haber expuesto sus puntos de vista en la campaña, hubiese tenido el realismo de hacer mutis por el foro, seguramente hoy las cosas tendrían otro color. Pero esto difícilmente puede verlo quien aún se empecina en contarnos que los dos grandes partidos americanos son parte del mismo Estado-empresa. Seguramente porque lo son, el país está hoy dividido en dos mitades, esperemos que no irreconciliables.- Julio Aramberri. Filadelfia, Estados Unidos.